Capítulo 197.

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  Tu: algo muy bonito. –Decías al abrir la caja y ver que traía la pulsera negra como la de Louis y a un lado un listón. Pensabas: "¿Un listón para qué?"-

Aquel listón colores pasteles estaba dentro de una bolsita. La abriste y decía en una pequeña nota que al colocarla en la muñeca de una persona pidieras un deseo, y cada que vieras la pulsera lo repitieras en tu mente. Recordando aquel deseo...

Pensabas: "¿Qué tipo de brujería estoy haciendo?".

La ibas a tirar, pero viste que Harry venía a la habitación. Escondiste bajo una almohada la otra pulsera.

Harry: ¿Qué es eso? –Decía mientras se quitaba la camiseta.
Tu: Am... -nerviosa- es una... pulserita... pequeña.
Harry: A verla... -Dijo al acercarse a ti y ver la pulsera.
Tu: Toma... -Dijiste al dársela.
Harry: Está bonita. ¿Es tuya?
Tu: Am... algo así. ¿La quieres?
Harry: Si, pónmela. –Dijo al darte la pulsera y poner su muñeca derecha frente a ti.
Tu: -La tomaste y antes de abrocharla recordaste el supuesto deseo- Harry...
Harry: ¿Mande? –dijo al verte.
Tu: Pide un deseo...
Harry: ¿He? ¿Cómo?
Tu: Si, pidamos un deseo. Y cuando lo hayamos hecho amarro la pulsera. ¿Si?
Harry: ¿Sirve?
Tu: No sé, Cada que la veas vas a recordar el deseo... Es cursi, pero... suena lindo. ¿No?
Harry: -Sonrió- Si... pidamos uno pues...
Tu: -Sonreíste- Pero piénsalo. No me lo digas...
Harry: ¿Y si quiero decírtelo?
Tu: ¿Y si no se cumple?
Harry: Si se cumplirá... oh a menos de que se revierta.
Tu: -Reíste- Mejor piénsalo. ¿Sí?
Harry: Si, listo ya lo pensé.
Tu: ¡Espérate aun yo no lo pienso!
Harry: ¿Te imaginas que pidamos lo mismo?
Tu: ¡Ay si!
Harry: -Rio- ¡Si se puede!
Tu: Déjame pensar en el mío. –Dijiste al verlo y ver la pulsera- Listo. Ahora pensemos el deseo al mismo tiempo.
Harry: Uno... dos... tres... -Dijeron ambos al cerrar los ojos- ¿Por qué cerré los ojos? –Dijo mientras tenía los ojos cerrados-
Tu: No sé, -Reíste y abrochaste la pulsera- listo. –Abriste los ojos al mismo tiempo que Harry.
Harry: Espera, ciérralos de nuevo...
Tu: -Los cerraste- Listo.
Harry: -Te besó- Listo, sellamos el deseo con un beso.
Tu: -Reíste- ¡Que cursi eres!
Harry: -Rio- No te rías...
Tu: -Lo besaste- Si me permites iré a la cocina.
Harry: ¿Ah qué?
Tu: A hacer cosas.
Harry: ¿Qué harás?
Tu: Haré algo, no se te ocurra venir o asomarte. ¿Okey?
Harry: Ajá. –Sonrió-

Fuiste a la cocina, sacaste hoja y papel y comenzaste a escribirle una carta.
Ibas a la mitad de la carta cuando las lágrimas comenzaron a salir de tus ojos. Era una carta para Harry, para que cuando abra la pulsera la lea y vea lo mucho que significa él para ti. Limpiaste tus lágrimas... terminaste la carta, la estabas doblando y escuchaste que Harry se asomó a ver qué hacías... hiciste como que no te diste cuenta y seguiste doblándola. De repente sentiste que te arrebató la carta...

Tu: ¡Hey dámela!
Harry: ¿Es para mí?
Tu: ¡No! ¡Dámela! –Dijiste al querer quitarla de sus manos.
Harry: ¡Dame un beso y te la doy!
Tu: -Tomaste sus mejillas y lo besaste- ¡Listo!
Harry: No, ese no sirvió.
Tu: -Lo besaste de nuevo- ¡Ya dámela!

Harry corrió a la habitación con una risita malévola, iba de espaldas y te subiste a su espalda. Intentabas quitarle la carta, con una de sus manos te sostenía para que no te cayeras y lastimaras y con la otra alejaba la carta. Ambos tropezaron en la cama y caíste sobre él.

Tu: ¡Dámela por favor Harry!
Harry: ¿De quién es? ¿De Connor?
Tu: ¿Connor?
Harry: ¿Te mandó su amor en una carta?
Tu: -Reíste- ¡No! Dame la carta por favor...
Harry: Ya sabes -Levantó los labios formando una trompa-
Tu: -Lo besaste- ¿Me la das?
Harry: No... -Rio-

Comenzaste a besarlo, Harry tenía los brazos estirados, comenzaste a acariciarlos, él se detuvo... subías hasta sus muñecas y tomaste la carta.

Tu: ¡Que domable eres! –Reíste
Harry: -Sonreía- ¿De quién es esa carta?
Tu: Mía es mía.
Harry: ¿De quién?
Tu: Tuya, pero te la daré cuando nos vayamos...
Harry: ¿Ya tienes los boletos?
Tu: Si, mañana salgo temprano. ¿Me acompañarás?
Harry: Si, obviamente.
Tu: -lo besaste- Gracias...

La noche comenzó a avanzar, Quedaste dormida en los brazos de Harry, él no tenía sueño, tenía miedo del día de mañana llegase rápido. Tenías la carta en la mano, Harry no aguantó más, la quitó de tus manos y se fue a la cocina. Prendió la luz y se sentó. Miró la hoja por varios segundos... sabía qué hacía mal pero no aguantaba más.
Comenzó a abrirla lentamente con miedo. Al abrirla la dejó en la mesa... tapó su rostro con sus manos convenciéndose de leerla. La tomó con sus manos de nuevo y comenzó a leer...

You'll understand why i want you so desesperately | h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora