Esta historia es la continuación de Soy Luna, pero enfocada en Ámbar y Simón, el comienzo de una relación extraña en un primer momento y su desarrollo.
Al parecer Ámbar se volvió "buena" y Simón aun esta recuperándose de la ruptura con Luna. Se dan...
Una semana sin comunicación, ella ensayaba cuando el no estaba trabajando o tenia el día libre, el no fue a la mansión, si quería ver a Luna la invitaba a otro lugar. Hoy era el open music y luego en unos días seria la fiesta de otro nuevo año del Roller, todos estaban emocionados, incluso la rubia aunque no sabia con quien iría.
Realmente no quería perderse el open, ademas porque debería evitar a ese individuo al contrario debía enfrentar la situación, miro disimuladamente no había rastros de Simón, se sentó con sus amigas a esperar el inicio el concierto.
- Seguís paliada con Simón? (pregunto delfi)
-No menciones a ese indio.
- No nos pensas contar?
- No fue nada importante Delfi, solo una discusión, pero yo no pienso dar el brazo a torcer.
- Oye hablando de tu novio, nunca nos contaste si tu y el...
- Ay Jazmín este no es el lugar, ni el momento.
- Pero quiero saber, encima que salís con el sabiendo que a mi me gusta...
- Ese comentario esta de màs (respondió para marcar territorio).
- Es verdad, aun no nos has contado... que onda Simón, debe ser super tierno.
- Es maravilloso en todos los sentidos. (respondió con una sonrisa y en eso comenzó el open)
La primera presentación fue de Luna y Mateo, la cara de ámbar se notaba melancólica, cantaban una canción de amor eso la ponía mas triste, cuantas veces ese escenario habia presenciado sus presentaciones juntos, todo lo que hacían ellos dos como equipo era digno de la realeza por eso eran los reyes. Cuando terminaron casi se besaron, Luna solo lo abrazo...
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- Sigue confundida (susurro la rubia)
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La segunda presentación era de la banda, ahí estaba su supuesto novio, por un segundo se le olvido su tristeza, era raro pasar tantos días sin escuchar la molesta Vocesita del indio, comenzaron a tocar, no desvió la mirada ni por un segundo. Por primera vez comprendía lo que observaba cuando veía a Jim y a Delfi con caras de bobas cuando escuchaban a los chicos.
