Construyendo otro final.

capítulo 61

Entre lágrimas, quedándose sin aire por momentos Luna les contaba a sus amigos como se entero de la apuesta de Mateo. Su mejor amigo jamás la había visto tan lastimado, no podía creerlo, pensó que el italiano de verdad había cambiado, rompió el trató y eso no podía dejarlo pasar. Después de varias horas la pequeña mexicana se quedó dormida abrazada a Niña. El joven mexicano aprovechó para saludar unos momentos a su novia.
- Nina puedes quedarte un rato con Luna iré a ver a Ambar.
- anda tranquilo ella esta agotada y tardará en despertar (le regalo una sonrisa su amiga).

Pob Ambar
La rubia ojos de mar llamó a Mateo para pedirle que evite venir a la mansión, vio entrar al trío a la habitación de Luna y no salieron en todo el día, sabía que si se cruzaban iba a generar más problemas, no sólo con Luna, sino también con el joven mexicano que era muy temperamental cuando se trataba de las personas que ama. Lo convenció a Mateo que lo mejor será hablar en el Blake mañana y que se Calme un poco la tormenta. Estaba sentada en su escritorio terminando las tareas del día y adelantando algunas otras, no por nada era el máximo promedio con Mateo.

Por Simón
El joven mexicano se acercó a la recámara de su novia, noto que la puerta estaba entre abierta, se asomo sigilosamente y la vio sentada en su escritorio muy concentrada,  en ese momento se le ocurrió una gran idea, porque no ser el quien la sorprenda está vez. Entró en puntas de pies intentando no generar ningún ruido, Ambar no se dúo cuenta de la presencia de este, se encontraba sentada en una silla giratoria la cuál Simón dio vuelta para quedar cara a cara con ella, sin serle tiempo a reaccionar la beso con mucha pasión, ella lo abrazo por el cuello y le respondió el beso con la misma intensidad.
- Que linda manera de desconcentrarme( le dijo agitada mientras tomaba una bocanada de aire).
- te sorprendí?
-mucho
- y eso que aún no termuno(le guiño el ojo).
La alzó poniendo sus manos en su cola y la llevo hasta la cama.
- Lo siento debo hacer esto dijo (sin pensarlo arrancó la camisa de la rubia). Le beso el cuello y ella tiró la cabeza para atrás. Le desaprovechó el corpiño, se quedó un instante mirando la majestuosidad que tenía enfrente y comenzó a besarle el pecho. La rubia apollo su cabeza contra la de él y depósito un tierno beso en su frente mientras seguía besando sus pezones. Tenía puesta una pollera, lo que le permitió a Simón simplemente sacarle la ropa interior y la penetró como si fuera la última vez que estuvieran juntos. Sin saberlo ambos estaban entregando todo por el el otro, pronto llegaría la tormenta.
- más rápido bonito (soltó Ambar casi gritando de placer, Simón le tapó la boca).
-Tranquila bonita o nos pueden oír (dijo mientras le sonreía).
Ya no podían más y se tiraron en la cama. Ambar lo miro sorprendida.
-Nunca creí que el dulce chico mexicano tenía este lado oculto.
-no quiero que te aburras de mi.
- (ella tocó su mejilla) eso no va a pasar, además tenes una habilidad para entregarte con pasión, pero sin perder la delicadeza conmigo. Te amo tanto.
- y yo a vos.
Se quedaron un raro abrazados, el joven mexicano se había quedado dormido. Ambar se despertó, se dirigió al baño a tomar una ducha, aunque algo andaba mal, sentía mucha angustia, se tocó la panza por reflejo, apenas término corrió a ver a Simón. Él seguía durmiendo plácidamente, seguía preocupada.
- hay indio que me pasa, porque siento como que algo malo va a pasar...