Construyendo otro final.

capítulo VI

Faltaban tan sólo unas horas para reencontrarse con su pasado, cualquiera estaría nervioso, mil preguntas pasaban por su mente, ni el sabía que era lo que buscaba llendo a su encuentro.
Luna se levantó y observo a su amigo, se notaba nervioso, decidió indagar que era lo que estaba pasando.
- estas bien? ( se sentó a su lado)
- Luna, no te había escuchado.
- (ella río) como me vas a escuchar si estas en otro planeta, ¿hay algo que te preocupe?
-mm no, es que... hoy comienzo el psicólogo.
- es neta?, pero porque o que?
- ay Luna, lo que puedo decirte es que hay algunos temas de mi pasado que necesito cerrar.
- am está bien, sabes que apoyo todas tus decisiones.
- lo se, gracias amiga.

Los dos amigos mexicanos no habían hablado de sus ex parejas en mucho tiempo. Simón sabía que tarde o temprano ella se enteraria de que la persona a la que iba a ver era Ambar e inevitablemente donde está la rubia, esta Mateo. Por eso quería tener en claro como estaba Luna con respecto a su pasado y no le quedó más remedio que preguntarle.
- oye, el otro hace un par de días que se me vienen a la cabeza Ambar y Mateo. (Luna se ahogó con un sorbo de café).
- a Si? ¿Por qué, has sabido algo sobre elloa o los viste?
- no, simplemente la he recordado. Luna se sincera ya no sientes nada por Mateo?.
- (Luna pensó su respuesta) ay Simón que te digo, no lo sé. Salí con tantos chicos, pero ninguno se compara con el chico fresa, no es que intentó reemplazarlo, es sólo que no siento esa conexión que me unia a él con otra persona. Pasaron muchos años, no se si lo sigo amando, pero si te digo que no pienso en Mateo cada tanto, te estaría mintiendo. Vos aún sentía algo por mi prima? (Se sentía rato llamarla por su parentesco).
-  Yo tampoco sé Luna (suspiro), me encantaría volver a verla, siento que dejamos muchas cosas inconclusas.
- lo sé, los cuatro fuimos muy i maduros, pero por algo pasan las cosas, siento que teníamos que vivir todo eso para estar hoy por lo menos nosotros como estamos, ambos con una idea de donde dirigir nuestras vidas. Presiento que si algún dia  nos volvemos a ver, vamos a estar desacuerdo en que tomamos la decisión correcta.
Sin duda la pequeña mexicana había madurado mucho, su amigo se sentía orgulloso, se sacó un gran peso de encima al saber que no guardaba rencor en su corazón. Que tonto se decía a si mismo, su mejor amiga nunca ha sido resentida, pero en cuestión del amor es todo tan complicado.
- Luna se me hace tarde, me voy. Nos vemos en un rato (beso su frente y salió a reencontrarse con su pasado).

Recordaba las palabras del padre de Ambar. Aveces debemos darle la cara a nuestras viejas historias para seguir escribiendo las nuevas.