Construyendo otro final.

Parte XIII

El reloj marcaba las seis de la mañana, ella abrió sus ojos y se levanto de la cama a hacer el desayuno, tenia emociones encontradas, deseaba con todo su corazón volver al Roller, ese lugar fue el testigo de tantas aventuras, de prácticamente la mitad se su vida y cada momento feliz que ha tenido ocurrieron allí, aunque esa adrenalina era superada por mucho por volver esa sonrisa tan encantadora de cierto muchacho mexicano. 

Mateo se despertó unos minutos después y desayunaron juntos...

- Quiero llevarte a un lugar antes de ir al roller.

- Esta bien (dijo mientras le sonreía).

Estaba demasiado distraída como para pensar a que lugar querría llevarla su amigo, pensaba en esas dos largas semanas encerrada en el estudio. Quería contarle a Mateo lo que estaba pasando, realmente lo deseaba, pero no quería preocuparle.  

Al otro día del encuentro con Simon su madrina la había llamado, ellas no han tenido mucha comunicación desde que Ámbar se fue a estudiar al extranjero, a ninguna de las dos le molestaba a decir verdad, Sharon jamas demostró importarle mucho la existencia de su ahijada y la rubia no necesitaba sentirse más miserable con sus palabras. Odiaba cada mandamiento que le imponía, pero una fuerza invisible la obligaba a cumplirlos, aun sabiendo que iba en contra de todo lo que ella pensara y en todo lo que le enseño su breve y apasionado romance con Simon. 

el meollo de la cuestión es que el motivo de su llamado no fue precisamente para saludarla. 

  Flashback 

-  Ámbar te pensabas que sos tan inteligente.

- Hola madrina, si estoy bien, a que te refieres?

-  Ya se toda la verdad, lo de Luna, lo de tu romance con ese chiquito mexicano y que has tenido contacto con los muertos de hambre de tus padres, que pensabas que ibas a poder hacerte la tonta y yo no me daría cuenta?

- Para que sepas hace mucho tiempo no estoy con Simon, que por cierto así se llama, que pensas hacer ahora que se toda la verdad?, como pudiste negarme as padres tantos años, como le quitaste a tu propia hermana. 

- Ni se te ocurra decir que esa gitana es mi hermana.

- Para que me llamas madrina?, ninguna de nosotras ha reclamado la herencia y vivimos en otro lado, no tenemos contacto, que podemos hacer para molestarte?, por mi parte solo quiero hacer mi vida en paz.

-pues esta ruca no tiene nada mejor que hacer, por lo tanto pensé voy a llamar a mi ahijada y recordarle que siempre se lo que sucede a su alrededor. Por cierto si d te ocurre hacer algo en contra de mi, puede ocurrirle algo malo a un chico italiano que creo que te importa bastante y eso es hasta que rastree al chiquito mexicano ese.

Chicas capitulo corto perdon!! Estoy con poca inspiración, las amo.