Construyendo otro final.

Capitulo 50

Luna se despertó y se sento a desayunar con sus "Amigos",  había que reconocer que aunque era una relación inusual, aprendieron a quererse mucho, no podían evitar tener las emociones a flor de piel siendo adolescentes, es una etapa en la que todo se siente con tanta intensidad y muchas veces no sabes como manejar y esto les pasaba a ellos, aunque el obstinado destino se proponía a juntarlos de alguna manera, para bien o para mal los cuatro debían permanecer juntos. 

Mateo saludo a luna muy amoroso y se ofreció llevarla al blake, ella acepto y se retiraron de la cocina. Mientras tanto el joven mexicano miraba atentamente a Ámbar mientras terminaba su café, ella fingía no verlo y en cuento acabo se dispuso a hablar. 

- Que tanto me ves indio?

- Es que me quede pensando...tenia tantas ganas de estar contigo anoche y creo que hoy se intensificaron. Te amo tanto Ámbar, nunca creí sentir todas estas cosas por una persona. 

- (Ella sonrió picara, sabia que Simon estaba escuchando detrás de la pared, el no tenia maldad alguna, incluso para una simple travesura metía la pata, dejo ver su gorrito del otro lado, pero cada palabra que le dijo a Mateo eran sinceras, por primera vez no estaba fingiendo) todavía tenemos la noche , es más te tengo una sorpresa.

- Que clase de sorpresa (sonrió pícaro)...

- En la noche te vas a esterar (le susurro al oído).

- Neta Ámbar,  no se vale. (hacia puchero como un niño pequeño), escucha porque no faltas al bleke y pasamos el día juntos?, la ruc... tu madrina no esta y podríamos pasar un lindo momento...

- (Ámbar rió ante el comentario de Simon) esta bien me convenciste, que tal si vamos a patinar, hace mucho no lo hacemos, o sea juntos. 

- Esta bien (sonrió)

- No me canso de decirlo amo tu sonrisa, la amo (lo beso) 

Esa sonrisa le recordaba el día de su cumpleaños, quizá ese día se enamoro de él y no se dio cuenta hasta ahora, cuando lo miro con otros ojos ya resignada a que las cosas con Mateo estaban llegando a su fin. 

...

Los chicos fueron al parque con un bolsito de mate, Ambar ya habia provado, pero como muchacha de alcurnia eso estaba "desubicado" para ella.  Simon nunca lo había probado asi que decidieron que seria buena idea. 

- Esto esta chido.

- Viste es rico, lastima que mi madrina no me permite tomar dice que no es para señoritas de nuestro nivel.

- Detesto a tu madrina (dijo enojado) 

- Lo se, yo aveces también, pero es mi familia y uno debe allornarse.

- Eres maravillosa sabes?

- No simplemente acepto lo que me toco en la vida. Te amo indio 

Patinaron toda la tarde como si no hubiera un mañana, ámbar estaba feliz desde que era una niña no disfrutaba de el sol, de divertirse sin necesidad de andar pensando lo que los demás dirían o por su aspecto, Simon traía consigo otra vida, una sencilla y feliz donde la maldad no te alcanza, por eso podía dormir cuando el estaba sus monstruos no podían alcanzarla teniéndolo a el para ayudarla a combatirlos. 

- Gracias Simon (Simon freno extrañado)

- Gracias porque bonita.

- Por existir, por quedarte, por no despreciarme, voy a extrañarte mucho estos meses, tengo mucho miedo...

- De que Ambar (la miro preocupado)

- De que te canses de mi o encuentres a alguien mejor que yo, recuerda que yo soy mala, vos sos maravilloso, no se si te merezco.

- (Simon la miro enojado) No te lo voy a volver a repetir, vos sos una persona increíble y no sos mala, que quieras mostrarte fuerte o ayas cometido errores no significa que seas una persona mala, no me cansaría nunca de tenerte a mi lado, te elegí porque nadie me dio tanta felicidad como tu. Te amo y también voy a extrañarte, es más creo que vos te cansarías de alguien tan tonto. 

-No amor, no sos tonto, al contrario me enseñas todos los días una lección de vida la inteligencia no se mide enla cantidad de información que uno retenga, se basa en poder aplicarla en la realidad y resolver problemas, en buscar formas de vivir y vos logras todo eso y más, no te vuelvas a expresar así de ti mismo nunca más enfrente mio. Te amo.

Se dieron un fuerte abrazo y se quedaron allí un largo rato. Alguien los observaba a lo lejos, ya antes había estado vigilandolos , pronto seria el momento de enfrentarlos. 

- Él es la respuesta...