Construyendo otro final.

Capitulo XI

Mambar.

Dos semanas sin salir y ver a nadie. Cuando se sentía así simplemente no podía enfrentar al mundo, se ponía en la cama en posición fetal como si abrazara fuerte todo lo que sentía para no dejarlo salir, estaba segura entre sus cosas, sus recuerdos en su ambiente, reinaba un absoluto silencio, su mente le hablaba todo el tiempo, no se pretermitía perderse una palabra aunque no fueran cosas buenas las que escuchaba. aveces lloraba, otras veces hablaba con ella misma o escuchaba música cuando ya no aguantaba sus reproches. ¿Cuanto tiempo? el que fuese necesario, aveces eran horas, otros días o semanas, instintivamente sabia cuando se sentía lista para volver al mundo. Esta vez la impresión fue mas grande y para volver a tomar el control de sus emociones necesito 14 largos días. Mateo se mantuvo al margen, no quería invadirla, aprendió a la fuerza que ella necesitaba ese tiempo para recuperarse de aquellos golpes que le daba el mundo, entendía que no le gustaba que la vean débil.  Recordó la primera vez que la vio en ese estado, habían tenido una fuerte pelea por un mal entendido, Ámbar pensó que el italiano le había sido infiel, estuvo una semana desconectada de todo ser viviente, no respondia llamadas ni mensajes, en la desesperación corrió a la mansión para intentar abogar por su inocencia fue entonces que se encontró con Amanda, le suplico que lo dejara verla, pero ella se lo negó y le explico que no lo hacia por maldad, sino que a su novia la habían educado de esa manera, la señora Sharon no la dejaba siquiera soltar una lagrima de dolor, la pobre de Ambar no tenia otra opción más que tragarse todo lo que sentía, pero por mas que intentaba no lo conseguía por eso decidió encerrarse, si nadie la veía, no se mostraba débil.  Pasados unos días apareció como si nada hubiera pasado para hablar con él.

No estaba de acuerdo, pero la rubia ojos de mar tenia su propia lógica, quien era él para juzgarla, ademas entendía a la perfección que esa consulta removió partes de su pasado que fueron muy importantes , por momentos lo invadía un sentimiento de celos, quizás por lo competitivo que era, quizás porque Simon había sido el mejor rival que halla tenido, el único que estaba a la altura.  Ambos estuvieron en su vida, la amaron con todas sus fuerzas, pero Simon dejo una marca tan profunda que pasados los años seguía poniendo el mundo de Ámbar de cabeza. 

De pronto la puerta del estudio se abrió y la rubia ojos de mar salio en completa calma, arreglada como de costumbre, con una gran sonrisa le pregunto...

- Vamos al roller mañana?

Si, definitivamente la tormenta había pasado. 

...

Lumon

Dos largas semanas habían pasado desde la consulta, la ansiedad no le cabía en el cuerpo y se estaba desesperando, estaba atado de manos, no podía enviarle un mensaje a Ámbar o aparecerse como si nada en el consultorio, no podía presionarla, pero se moría de ganas de volver a verla, lo necesitaba, se sentía en abstinencia total, en realidad hace años lo estaba aunque nunca lo sintió tanto como ahora, había estado a unos centímetros de la droga más adictiva y se la arrebataron de las manos.   Revolvía su cabello nervioso, tomo su guitarra y se sentí en el balcón en plena oscuridad, la única luz visible era de la Luna, comenzó a tocar sin pensarlo, que saliera la canción que saliera y sin ser consciente estaba tocando aquella canción que le compuso su mejor amiga, pero que para él cada palabra le hablaba de Ámbar.

En la habitación se encontraba la pequeña mexicana, no paraba de sudar y se movía bruscamente  sobre la cama.  Veía a mateo patinando hacia ella, la tomaba de la mano y le decía estoy tan cerca. Se levanto de repente y asustada mientras tocaba su medallita. 

- Que significa ese sueño. 

Se levanto a lavarse la cara y escucho la canción, hace años no la escuchaba, se asomo al balcón y sonrió al ver a su amigo cantar.  Se apoyo sobre la pared sin que Simon la viera para deleitarse con la dulce melodía, cuando termino vio que su amigo bajo la cabeza al suelo mientras ponía sus manos sobre ella, se notaba abatido y ella seguía aun consternada por el sueño, se acerco y lo abrazo por detrás.

- Que sucede.

- Nada, estoy bien, es solo que... necesitaba un momento para mi.

- Sos cociente de que no podes mentirme verdad? 

- Lo se, pero no tengo ánimos de hablar de eso ahora (le puso su mano en la mejilla y le sonrió) esta bien?

- por supuesto que si, pero quizás pueda ayudarte a no pensar en ello. (sonrió picara).

- Como? (pregunto el no entendiendo la intenciones de su amiga)

- Asi... (lo beso sin pensarlo).