fe(male) ◇YM◇

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—Me... gusta cuando no están—Musitó Jimin con un fino hilo de voz, acostado sobre su cama y reposando su cabeza sobre el brazo del azabache, quien yacía a su lado.

Yoongi volteó la cabeza sobre la almohada para mirar al menor, y sonrió con suavidad cuando sintió su nariz rozar contra la pequeña nariz del castaño.

—Es que... puedo ser yo, ¿sabes? Sin recriminaciones por cómo me visto o cómo actúo, y sin... sin escuchar constantemente que soy algo negativo. No es que no lo piense a veces, pero... es diferente si no tienes a alguien que te lo recuerde con una simple mirada—Se sinceró.

—Tu no-

Pero Jimin le calló, colocando uno de sus dedos sobre los labios del azabache y presionándolos con suavidad para que permaneciese en silencio, sin poder evitar que las comisuras de sus labios amenazasen con elevarse suavemente.

—Sé lo que vas a decir; y realmente te agradezco muchísimo lo que estás haciendo, pero... Yo también intento no pensar en eso, intento no recordarme constantemente todas esas cosas a mi mismo. Es solo que, cuando te las han repetido prácticamente todos los días durante años... acabas por creer que son ciertas.

Yoongi besó con suavidad la punta de su dedo, la cual todavía estaba acariciando sus labios, y sonrió con sutileza.

—No sé exactamente qué es lo que te habrán dicho, a pesar de que me hago una ligera idea de ello, pero... Soy incapaz de ver qué hay de malo en ti.

El castaño sonrió con tristeza.

—No es solo en mi, es... Es en esto—Murmuró.

—Especifica, esto.

—Nosotros—Dijo mirándole a los ojos—Esto—Añadió instantes antes de dejar un rápido y casto beso sobre los labios del azabache—Y ya sabes... todas esas... otras cosas.

—¿Qué otras cosas?—Murmuró, bajando su mirada a los labios de Jimin, los cuales rozaban con los suyos debido a la cercanía que había entre sus rostros.

—Tu... ya sabes a qué otras cosas me refiero—Susurró sintiendo cómo sus mejillas se ruborizaban.

El azabache sonrió ligeramente de lado, con un sutil brillo de picardía en su mirada a la par que volvía a fijar sus ojos en los del menor.

—Tal vez lo sepa—Musitó roncamente antes de besar de nuevo a Jimin, esta vez prologando más el contacto entre sus labios ahora entreabiertos, y rozando tímidamente la punta de su lengua con la de este.

El castaño sonrió con suavidad, cerrando sus ojos y negándose a abrirlos una vez se hubieron separado; al menos hasta que Yoongi no volvió a hablar.

—¿Sabes? Ahora tengo un nuevo propósito—Habló, rodando sobre el colchón para quedar nuevamente tumbado boca arriba, aún con uno de sus brazos bajo el peso de la cabeza de Jimin.

—Y, ¿cuál es?

El azabache le miró de soslayo, sonriendo con amplitud en un gesto tierno y ciertamente infantil.

—Hacerte ver lo realmente maravilloso que eres. Y no pararé hasta que tu mismo seas capaz de creerlo; tal y como has hecho con las cosas malas pero... bueno, de un modo mucho mas positivo.

Jimin sonrió sin poder ocultar su gesto, sintiéndose horriblemente afortunado de tener a alguien como el chico con él.

—Ya haces eso sin intentarlo—Musitó con un hilo de voz, cohibido y sintiéndose algo avergonzado—Quiero decir, cuando estoy contigo, yo... Tu me haces sentir bien; increíblemente bien, y en esos momentos... Yo de verdad me siento yo cuando estoy contigo. Y eso es genial porque además me haces sentir bien. Me permites olvidarme de las cosas malas y... No lo sé, y-yo realmente te lo agradezco.