⚠Trigger Warning⚠
Ataques de pánico o ansiedad explícitos, si eres sensible ante este tipo de contenido, por favor abstente de leer o hazlo bajo tu propia responsabilidad.
◇◇
Después de esa mañana en casa de Yoongi, Jimin pensó que las cosas podrían progresar positivamente; que, poco a poco, el chico mejoraría y sanaría por dentro.
Durante todo aquel día, el castaño creyó que ambos se apoyarían el uno en el otro y podrían salir adelante; que, al cabo de unos meses, todo habría quedado atrás, convirtiéndose en un dolor lejano que aunque presente, quedaría relegado a un segundo plano.
Jimin tuvo fe, casi esperanza; pero quizás fue demasiado ingenuo.
La siguiente mañana, cuando fue de nuevo a casa de Yoongi, este no abrió la puerta.
Ni contestó los mensajes que el castaño le envió.
Ni respondió a sus llamadas.
Ese jueves por la mañana, Jimin estuvo esperando una respuesta que no recibió.
Una respuesta que tampoco obtuvo esa misma tarde.
Ni el día de después.
Esa mañana de jueves Jimin entró al edificio en el que vivía el chico; aprovechó que la puerta de abajo no quedaba bien cerrada y, abriéndola con un simple empujón, tal y como había visto hacer a Yoongi decenas de veces, se adentró al bloque de pisos con total naturalidad.
Aquella mañana, Jimin subió animado hasta el departamento del azabache, pero cuando nadie salió a recibirle al otro lado del umbral, su sonrisa se desvaneció poco a poco.
Se quedó en silencio, aguardando pacientemente, casi conteniendo la respiración por si lograba escuchar algo en el interior de la vivienda; pero el pasillo continuó consumiéndose por un pesado silencio.
Uno tan pesado, que casi podía sentirlo sobre sus hombros y presionando su pecho.
Un silencio tan denso, que casi parecía sentirse como un ruidoso estruendo.
Y tuvo que obligarse a tomar una bocanada de aire cuando se percató de que, inconscientemente, seguía reteniendo el aliento.
—¿Yoongi?—Preguntó, sintiendo como si su corazón hubiese saltado un latido cuando creyó escuchar un pequeño golpe en el interior del apartamento.
El castaño se acercó con cautela a la puerta, apoyándose ligeramente contra esta y pegando una de sus orejas a la madera.
—Yoon, soy yo. Jimin—Añadió tras unos segundos a la par que golpeaba ligeramente la puerta con los nudillos, repitiendo la acción que había realizado al llegar.
Un maullido emergió desde el otro lado.
—¿Kimchi?—Llamó, empleando el nombre con el que Youngmi había bautizado al felino, logrando percibir entonces cómo este golpeaba con suavidad al otro lado de la puerta, pasando una de sus garras contra la madera pero sin llegar a arañarla.
El chico se agachó, dando pequeños golpes con la punta de sus dedos a la altura a la que suponía que se encontraba el animal; y no pudo evitar una pequeña sonrisa cuando escuchó al felino responder sus toques al otro lado.
—¿Podrías buscar a Yoongi?—Preguntó, aun sabiendo que el gato no era capaz de comprender el significado de sus palabras.
Suspiró rendido, poniéndose en pie y volviendo a llamar inútilmente al timbre; y al igual que desde hacía minutos atrás, nadie abrió la puerta.
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fe(male) ◇YM◇
FanfictionJimin no creía poder llegar a entender porqué había nacido en un cuerpo equivocado. ◇Actualizaciones lentas ◇Contenido sexual ◇Temas delicados como transexualidad, acoso y religión ◇ TW transfobia, homofobia, descripción de ataques de pánico y ans...