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El tan esperado día llegó tras algo más de cuarenta y ocho horas después de aquella consulta.

Yoongi recibió la llamada del doctor Im en el trabajo, y como una ráfaga, irrumpió en la trastienda, implorando a Jin que cubrirse su puesto durante el resto del día.

Accedió; y no necesitó pedir explicaciones cuando vio el estado de su amigo.

Rozaba la euforia.

Y sin perder una sola milésima de segundo desde que vio al mayor asentir, salió corriendo en dirección al trabajo de Jimin, de donde lo sacó sin mayor complicación alegando que tenían una emergencia familiar.

No mentía.

Aquello sin duda era una emergencia, y el castaño era definitivamente su familia.

Y cuando finalmente llegaron a casa tras pasar por la farmacia, aquel sentimiento burbujeante de alegría dio paso a uno mucho mas ansioso.

Era el momento. 

El momento que Jimin había estado esperando y aquel para el que él había estado repitiendo una y otra vez las instrucciones que había recibido días atrás en el interior de su cabeza, tratando de memorizarlas y grabarlas a fuego en su mente, como si fuesen algo que a partir de ese día, formarían parte de sí mismo.

—Quieres... ¿Quieres hacerlo ahora?—Preguntó, y su voz sonó minúscula mientras bajaba los ojos hasta la pequeña caja que sujetaba entre sus manos.

Jimin se encogió de hombros.

 —Supongo que si—Murmuró.

Fue curioso. 

El modo en que ambos habían estado esperando la llegada de ese momento con impaciencia pareció desparecer ahora que realmente lo habían alcanzado.

Era como si ambos supiesen la manera en que todo iba a cambiar a partir de ese instante. 

Como si, en cierto modo, temiesen ese inevitable hecho.

—¿Vas a... hacerlo solo?—Cuestionó; y sin comprender el motivo, se encontró apartando la mirada nuevamente durante escasos segundos, ligeramente cohibido.

Pero sus ojos no tardaron en subir en busca de los del menor, como si se hubiesen sentido atraídos por ellos; y ante sus orbes, no pudo evitar preguntarse, porqué demonios se sentía de ese modo.

Porqué un inexplicable nerviosismo parecía dominarle.

—En realidad, preferiría que fueses tu quien lo hiciese—Musitó; y Yoongi se cercioró de que, por algún extraño motivo, él no era el único en sentirse de aquel modo.

Quizás fuese el conocimiento de lo que estaba por suceder.

Tal vez se debiese a la ansiosa sensación que aquello producía sobre ambos.

O a lo mejor, la causante era la expectación de saber lo íntimo que sería el momento que iban a compartir en tan solo unos minutos.

—Iré a preparar las cosas—Dijo entonces.

Y cuando vio cómo la sonrisa de Jimin nacía y crecía en su rostro, también pudo percibir cómo cualquier extraño sentimiento que estaba causándole intranquilidad se disipaba como por arte de magia.

Se encaminó hacia el baño en ese instante; pero antes de adentrarse por completo en el pasillo el castaño le sujetó, tomándole de la muñeca y frenándole justo cuando pasaba por su lado.

Yoongi no tuvo tiempo a registrar el movimiento de su cuerpo cuando el menor tiró de él en su propia dirección, pues tan pronto como se encontró encarándole, sus pequeñas manos fueron a acunar su rostro y sus labios atraparon los suyos sin que siquiera pudiese ver al menor acercarse hasta él.

fe(male) ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora