fe(male) ◇YM◇

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El teléfono de Jimin vibró sobre su mesa; y tratando de ser disimulado fingiendo estar prestando atención a las explicaciones que daba el profesor de inglés, desbloqueó la pantalla y leyó el mensaje que aparecía en mitad de esta.

De Yoonie💕: "Viernes con V de Vodka???"

Y al sentir como una brillante sonrisa surcaba sus labios momentáneamente, no dudó en responder de manera rápida.

"Viernes con V de Vale."

Y es que en cierto modo, necesitaba aquello.

Necesitaba salir, beber y divertirse; necesitaba dejar de pensar tanto en las cosas que mantenían su mente ocupada y consumían su estado de ánimo.

Y también quería estar alejado de casa durante unas horas, porque cada vez que entraba allí se sentía aún más encerrado dentro de su propio cuerpo.

Fue por ese motivo que cuando la campana que indicaba el fin de las clases sonó, el chico ya había decidido que se quedaría a pasar la tarde en casa de Taehyung; siempre que aquello no fuese molestia, claro.

Se encontraba guardando sus cosas en la taquilla cuando, inesperadamente, las manos de alguien cubrieron sus ojos desde su espalda.

El cuerpo de Jimin se tensó, dejando caer el libro que estaba a punto de guardar; porque las cosas con Hoseok y Namjoon habían estado sospechosamente tranquilas últimamente, y realmente temía que el dueño de aquellas manos fuese alguno de ellos.

—Tienes que dejar de ser tan torpe—Escuchó, y acto seguido la luz volvió a chocar contra sus ojos, permitiéndole observar como Yoongi se agachaba para recoger el libro que segundos antes había soltado.

Y Jimin fue capaz de soltar el aire que había estado reteniendo sin ser consciente de ello.

—Había pensado en ir a recogerte después de salir del trabajo, ¿qué te parece?—Preguntó con el libro entre sus manos, poniéndose en pie y mirando al menor con una brillante sonrisa.

—Yo, eh... Yo iré a la tienda, hyung—Contestó—Tae me ha invitado a comer a su casa, así que es posible que aun no haya llegado a la mía—Mintió a medias.

—¿Estás seguro?

Jimin se encogió de hombros.

—Claro—Dijo; y tras dejar todas sus cosas en la taquilla y cerrarla, se encaminó junto a Yoongi hacia la puerta de salida.

El azabache caminó en silencio, con una de sus manos en el interior de uno de los bolsillos de sus pantalones, mientras que en la otra giraba distraídamente el mechero que llevaba siempre consigo.

—¿Sabes? pienso que deberías mirar mejor en tu taquilla—Habló repentinamente, irrumpiendo el cómodo silencio en el que caminaban.

Jimin se detuvo momentáneamente, frunciendo el ceño claramente confundido; y acto seguido, apretó el paso tratando de igualar la altura a la que se encontraba el mayor, quien había seguido caminando sin importarle que el contrario hubiese frenado en seco.

—¿A qué te refieres?

Pero en lugar de responder, Yoongi se limitó a encogerse de hombros y reír levemente.

—Puedes descubrirlo el lunes—Dijo divertido, tomando la ruta que separaba su camino del de Jimin.

—Eso no es justo, hyung—Protestó infantilmente.

Y ante aquello, el pelinegro volteó, desandando sus pasos y acercándose nuevamente al menor, quien esperaba recibir alguna pista acerca de sus palabras.