fe(male) ◇YM◇

5

Jimin guardaba las cosas en su taquilla a la hora del almuerzo.

El pasillo se encontraba totalmente desierto debido a que todos los alumnos, o la mayoría de ellos, se encontraban comiendo en la cafetería; por eso se sobresaltó cuando sintió el peso de alguien apoyarse en la taquilla que había tras él.

Se volteó rápidamente y sintió como su cuerpo se encogía al ver de quien se trataba.

—N-namjoon.

La puerta de su taquilla se cerró fuertemente tras él, y no pudo evitar voltearse nuevamente, sobresaltado.

—Hola, Jimin—Saludó Hoseok con una sonrisa torcida.

El chico guardó silencio, temiendo decir cualquier cosa que pudiese empeorar aquella situación tan poco favorecedora por su parte.

—¿Sabes?—Dijo nuevamente—Siempre he estado dándole vueltas a algo; ¿sabías que Jimin es un nombre de chica? Parece que a tus padres realmente les apetecía tener una niña, no asumieron que tenías polla, ¿verdad?—Hizo una pequeña pausa—¿Tienes polla, Jimin? 

El menor sintió como su corazón se aceleraba, y cómo un nudo surgía en la boca de su estómago.

¿Significaba eso que ya lo sabían?

¿Así terminaba su tapadera?

Quizás, con toda la suerte del mundo, era algo que sólo decían para molestar.

Realmente rogaba porque fuese eso, porque de no ser así, su integridad escolar estaría horriblemente acabada.

—D-déjame en paz, Hoseok—Trató de decir lo mas indiferentemente posible; aunque para su mala suerte, su voz tembló de todos modos.

—D-d-déjame e-en p-paz, Ho-Hoseok—Imitó ridículamente Namjoon.

El mayor rió, acercando su cara amenazantemente a la de Jimin, dispuesto a volver a hablar.

—Capullo, te ha dicho que le dejes en paz.

Hoseok cerró la boca y se alejó del menor para mirar sobre el hombro de Namjoon.

—Min, ¿quieres unirte a la fiesta?—Preguntó—Déjalo, olvidaba que tu solo das fiestas particulares en los baños.

Yoongi se acercó a Hoseok y se interpuso entre él y el cuerpo del menor.

—La próxima vez que vayas a decir algo, será mejor que estés seguro de lo que hablas.

—O qué—Amenazó.

—Estás advertido—Dijo fríamente antes de marcharse de allí silenciosamente, tal y como había llegado.

Hoseok hizo una seña a Namjoon con la cabeza, y ambos chicos se marcharon de allí, no sin antes mirar con desprecio el cuerpo de Jimin, y no sin que Namjoon gesticulase un par de cosas algo desagradables hacia él.

Ya fuese por casualidad, o por encaprichamiento del destino, Taehyung se dirigía hacia allí en ese mismo instante en busca de su amigo, y no pudo evitar quedarse mirando de manera algo sospechosa a ambos chicos en el momento en que se los cruzó por el pasillo.

Aquello no le daba buena espina, no después de ver a Jimin apoyado contra los casilleros, con la mirada clavada en el suelo.

—¿Estás bien? ¿Te han hecho algo?—Preguntó tan pronto como estuvo junto a él.

Jimin negó.

—No, no; estoy bien, Yoongi ha venido a defenderme—Dijo sin poder evitar sonar algo extrañado por ello.