A Daegu.
Aquella idea no había dejado de rondar su mente desde hacía dos días.
Había estado demasiado presente, especialmente durante toda la mañana, tanto que, a pesar de sus arduos esfuerzos, la distracción le hizo actuar torpemente en el trabajo, confundiendo los pedidos de algunos clientes y ganándose por ello un par de miradas reprobatorias de su supervisor.
No le importó demasiado; no porque no le interesase hacerlo correctamente, sino porque su cabeza era incapaz de procesar algo más allá.
Por la tarde, de vuelta a casa, también había estado demasiado ensimismado, perdiendo la parada en la que debía bajar del metro al olvidar momentáneamente cual era su destino.
Y tras reproducir una y otra vez todo lo ocurrido con Yoongi en su cabeza, así como todas sus posibilidades al respecto, sólo había llegado a una clara y segura conclusión:
Tenían que hacerlo.
Tenían que ir a Daegu.
Y si bien era cierto que no sabía con absoluta certeza cómo iban a hacerlo, sí sabía que Yoongi necesitaba aquello, y estaba dispuesto a hacer todo lo que estuviese en su mano para ayudarle.
—Jimin—Escuchó que le llamaban—¿Me estás escuchando?
Aquello pareció hacerle salir de su ensoñación; como si de un fuerte tirón le hubiesen sacado de su propia mente de vuelta a la realidad.
La película que su amigo había escogido se reproducía frente a sus ojos, pero por mas que lo intentase, era incapaz de recordar que había pasado más allá de los primeros dos minutos de metraje.
—S-si, perdona.
Taehyung río nasalmente, entre divertido e incrédulo, mirándole desde la otra orilla del sofá.
—Ya, claro.
El castaño abrió la boca dispuesto a replicar, pero tan sólo tardó unos segundos en volver a cerrarla, consciente de que no podía ofenderse por algo en lo que su amigo tenía razón.
—Lo siento—Murmuró.
Y Jimin pudo sentir cómo sus mejillas se tornaban ligeramente rojizas, sonriendo con ligereza en un gesto nervioso a la par que bajaba levemente la mirada.
El otro muchacho negó con suavidad, restándole importancia.
—Pareces distraído—Puntualizó.
—Perdón, yo...
El ceño del contrario se frunció de manera casi imperceptible.
—¿En qué piensas?—Cuestionó este.
Una pequeña sonrisa tiró de una de las comisuras del castaño a la par que un leve soplido emergía de su nariz; casi como una única carcajada para nada divertida.
—En... Es complicado, eh...
Titubeó, pero la intensa mirada de su amigo sobre él le incitó a continuar sin siquiera llegar conectar sus ojos con los suyos, y sin necesidad de palabras.
Podía sentir como le miraba sin haberse volteado hacia él.
Pudo incluso presentir como éste alzaba una de sus cejas, enarcándola hasta que desaparecía bajo el rebelde mechón del flequillo que le caía sobre la frente.
Suspiró con pesadez.
—Tengo que ir Daegu. Tenemos—Se corrigió; y por si era necesario, aclaró:—Yoongi y yo.
Y si anteriormente el gesto no había sido evidente, en esta ocasión Jimin si apreció con total claridad como no una, sino las dos cejas de su amigo se arqueaban en un gesto de entre sorpresa y confusión.
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fe(male) ◇YM◇
FanfictionJimin no creía poder llegar a entender porqué había nacido en un cuerpo equivocado. ◇Actualizaciones lentas ◇Contenido sexual ◇Temas delicados como transexualidad, acoso y religión ◇ TW transfobia, homofobia, descripción de ataques de pánico y ans...