"Dios es nuestro amparo
y nuestra fortaleza,
nuestra ayuda segura
en momentos de angustia.
Por eso, no temeremos
aunque se desmorone la tierra
y las montañas se hundan
en el fondo del mar."
(Salmos 46:1-2)La iglesia comenzaba a vaciarse lentamente.
Algunas familias salían más bien rápido, otras dejaban a sus hijos salir mientras los adultos hablaban tranquilamente, otras, sin embargo, se fragmentaban, y grandes grupos de hombres y mujeres salían por las puertas ignorando a los contrarios.
Y luego, estaba aquel pequeño grupo de gente; el que aún se quedaba después de la misa para seguir rezando.
A ese último grupo decidió unirse Jimin aquel domingo.
—Madre—La detuvo, agarrándole de la mano y frenándola en su camino a la salida de la iglesia—Adelantaros vosotros; hoy voy a quedarme rezando un poco más—Dijo cuando esta hubo volteado a mirarle.
El rostro de la mujer se iluminó, y en un gesto colmado de cariño, acunó la mejilla de su hijo y la acarició suavemente con el pulgar.
—Tomate el tiempo que necesites—Le dijo, besando con dulzura su mejilla y apretando levemente su mano antes de soltarla.
Jimin los vio alejarse, parado en el pasillo y sin dejar de pensar en lo orgullosa que su madre debía sentirse en esos momentos.
Su hija, la que tantos problemas le había traído, estaba volviendo plenamente a volcarse ante la fe de Dios.
Si tan solo supiera...
Reaccionando repentinamente, el chico avanzó hacia el altar, y se sentó sobre uno de los bancos más cercanos a este, observando detenidamente a su alrededor y percatándose de cómo la iglesia parecía estar repentinamente vacía.
Suspiró con pesadez, estirando cuanto pudo la tela de su falda sobre sus muslos tratando de cubrir sus piernas.
Y apoyando las manos unidas sobre el banco, se arrodilló.
Su ceño se frunció levemente al sentir el frío mármol sobre sus rodillas desnudas; y supo que si seguía haciendo eso, su piel acabaría amoratándose.
Había comenzado a rezar de nuevo la noche anterior, aprovechando su insomnio para hacer algo ciertamente productivo durante las casi dos horas que tardó en comenzar a sentir sueño.
Pidió muchas cosas a Dios en ese momento, pero sintió que no sería escuchado a menos que rezara desde un lugar sagrado.
—Mi Señor—Murmuró con los ojos cerrados—Marcha delante de mi y quítame los temores que afligen mi débil corazón. Amado Padre, en tus ojos que lo miran todo, has podido notar mis dudas y aflicciones. Cómo he dado la espalda a situaciones adversas y he abandonado las luchas que tu sabia voluntad decidió poner en mi camio. No me dejes continuar a la deriva—Pidió en voz baja, susurrando cada oración—Ayúdame, Señor, a encontrar la valentía necesaria para dar con el destino que me has encomendado. Padre, tu voluntad ha decidido conducirme hasta este momento de dificultad, otórgame ahora la fuerza que necesito para salir airoso de estas dificultades que me hacen trastabillar. Bendito sea lo que concibes, Amado Padre. Amén.
"Cuando en mi la angustia
iba en aumento,
tu consuelo llenaba
mi alma de alegría."
(Salmos 94:19)No se levantó; se mantuvo allí, arrodillado, con la vista clavada en el retablo del altar.
Y mordiendo sus labios, agachó la mirada y volvió a bajar la cabeza, disponiéndose a rezar nuevamente.
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fe(male) ◇YM◇
FanfictionJimin no creía poder llegar a entender porqué había nacido en un cuerpo equivocado. ◇Actualizaciones lentas ◇Contenido sexual ◇Temas delicados como transexualidad, acoso y religión ◇ TW transfobia, homofobia, descripción de ataques de pánico y ans...