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La pequeña de seis años corría riendo alegremente sobre el césped.

Miraba hacia atrás por momentos, asegurándose de que la distancia que mantenía con su madre seguía siendo segura, y tras comprobar que la mujer se encontraba a gran distancia de ella, soltaba carcajadas de plena diversión acompañada por la otra.

Jimin apartó los largos mechones de cabello que se interponían en su campo de visión producto de estar corriendo despreocupadamente, y sin pensarlo demasiado, se adentró en la zona arbolada del parque en el que estaban.

Aprovechando la distancia que había ganado y pensando que había perdido a la mujer, la pequeña se ocultó tras el ancho tronco de un árbol, permaneciendo allí en silencio a la par que recobraba el aliento aun con una alegre sonrisa en los labios.

—¿Jimin? ¿Dónde te has metido?—Escuchó preguntar a su madre con voz cantarina no muy lejos de su posición; y sigilosamente, se asomó a un lateral del árbol, manteniéndose oculta y asegurándose de que la mujer no la veía desde donde ella estaba.

Su mirada entonces viajó mas allá, buscando a su padre en la extensión del parque a la que alcanzaba su vista; pero en lugar de dar con él, los ojos de la niña dieron a parar con un grupo de chicos de aparentemente su edad que jugaban despreocupadamente a la pelota.

Y por algún motivo, aquella imagen le resultó sorpresivamente atrapante.

Aun con la mirada fija en ellos, llevó inconscientemente una de sus manos hasta su cabeza, deslizándola hacia abajo por la longitud de su cabello hasta llegar a las puntas de este, donde agarró uno de sus largos mechones.

¿Por qué su pelo no estaba cortado de aquella manera?

¿Y por qué no estaba vestido como ellos? ¿Por qué llevaba aquellos pantalones rosados en lugar de unos cortos, embarrados y llenos de parches para cubrir los rotos hechos accidentalmente en la tela tal y como los tenían el resto de los niños?

Nunca lo había mirado de ese modo porque realmente nunca lo había pensado detenidamente; pero, ¿por qué él era diferente a los otros chicos?

¿Por qué le vestían diferente?

¿Por qué se veía diferente?

¿Por qué no jugaba a muchas cosas que ellos si?

Incluso, pensándolo con detenimiento, ¿por qué se comportaba de manera diferente?

—Te pillé—Escuchó una grave voz a sus espaldas que la sacó al instante de su ensoñación; y sin poder contener un agudo chillido de diversión, comenzó a reír cuando sintió las manos de su padre rodear su cintura y alzar su cuerpo hasta apresarlo entre sus brazos.

Y continuó riendo mientras el hombre besaba cariñosamente su mejilla y apartaba nuevamente el pelo de su rostro.

—Te escondes muy bien, princesita—Dijo con ternura.

Jimin negó, arrugando la nariz, cruzándose de brazos y haciendo un puchero con sus labios.

—No soy una princesa.

—Ah, ¿no?—Preguntó divertido.

La niña negó de nuevo con un sonido proveniente de su garganta.

—De acuerdo; si mi niña no quiere ser una princesa, entonces no será una princesa. ¿Qué te parece?

—Me parece bien—Contestó la niña con satisfacción.

fe(male) ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora