61

4.9K 526 257
                                    

Jimin despertó temprano aquella mañana.

Despertó sin alarma, sin nadie al otro lado de la puerta reclamando por él; despertó por el sol, pero aquél día casi estuvo agradecido de la sensación de la luz filtrándose a través de sus párpados.

Despertó bajo el brazo de Yoongi, con sus piernas desnudas enredadas en las propias, y con una de sus manos todavía entrelazada a la del mayor entre sus pechos.

Sonrió para sí, no queriendo abrir los ojos y acabar de despertar por completo.

Acarició suavemente con su pulgar el dorso de la mano del contrario, y se apegó más a él, disfrutando del calor que brindaba su cuerpo e inspirando, rozando la punta de su pequeña nariz contra la piel del torso de su novio.

Subió la mano por su espalda, deteniéndose sobre su omóplato; y se aferró a él casi con fuerza, deseando para sus adentros que aquel momento no acabase nunca.

Fue entonces cuando sintió la mano del contrario ascender igualmente sobre su espalda, acariciando su piel con suavidad hasta llegar a su revuelto cabello, donde enterró suavemente sus dedos.

Quiso hacer eterno aquel momento.

Alargarlo hasta la infinidad y disfrutar de él sin temor a que se desvaneciese.

Tirar lentamente de aquel instante, como quien tira del hilo suelto de un jersey hasta deshacerlo por completo.

Lo ansiaba.

Quería con todas sus fuerzas quedarse ahí para siempre.

Pero no podía.

Las cosas nunca eran tan simples como desear algo con todas tus ganas.

Ojalá lo fuesen.

Y, sumido en aquellos pensamientos, no pudo evitar ser traído de vuelta a la realidad cuando sintió los labios de Yoongi cerrarse sobre su frente.

Sonrió, removiéndose levemente entre los brazos del otro, buscando inconscientemente mayor contacto.

Apegándose a él.

—¿Cómo estás? ¿Has podido dormir bien?—Preguntó Yoongi con la voz algo ronca mientras seguía acariciando su pelo.

Asintió.

"Estoy bien; más que bien. Todo es más fácil cuando me abrazas. Es como si nada malo pudiera pasarme cuando estoy contigo, hyung." Fue lo que quiso responder verbalmente.

Sin embargo, aquellas palabras no emergieron nunca de entre sus labios; ninguna lo hizo.

Sintió a Yoongi sonreír, posiblemente producto de haber notado como el menor agitaba su cabeza contra su pecho de manera afirmativa; lo supo por el modo en que la respiración del mayor chocó contra su flequillo.

Y apenas unos segundos mas tarde pudo escuchar perfectamente como éste murmuraba contra la piel de su frente: "beso"; y juró que pudo visualizar con claridad el puchero que había dibujado en sus facciones.

Una pequeña sonrisa se deslizó entonces por los labios del castaño, que elevó su rostro, todavía sin abrir los ojos, y dejó que el mayor posase sus labios sobre los suyos propios en un gesto casto y dulce.

Fue al separarse cuando Jimin miró por primera vez a los ojos del chico aquella mañana.

Supo en ese instante que él tampoco los había abierto hasta aquel momento; lo supo por el modo lento en que sus párpados se separaron y por cómo su ceño se frunció levemente ante la sensación cegadora de la luz.

fe(male) ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora