Todos y cada uno de los sucesos ocurridos en casa de Jimin después de aquella noche, parecían no querer dejar su mente.
La voz fría de su madre todavía hacía eco en sus oídos, y cada vez que miraba el interior de su antebrazo izquierdo, ardía como si acabase de ser golpeado.
"—¿Dónde estabas?—Preguntó la mujer, tan pronto como su hijo hubo entrado en casa.
—Salí, yo... fui a casa de un amigo y me dormí por accidente—Se disculpó, bajando la mirada al suelo—Lo siento.
—¿Con quién estabas? Y no me digas que en casa de Taehyung, porque llamé allí anoche y nadie te había visto.
—Con Eunjin.
La mujer le escrutó con la mirada, y seriamente, hizo un gesto para que se acercara.
Jimin obedeció, y cuando estuvo frente a ella, supo perfectamente lo que pasaría al sentir como esta agarraba su muñeca y subía la manga de su sudadera.
Cerró los ojos con fuerza cuando sintió como su madre golpeaba el interior de su antebrazo, pero no emitió queja alguna.
—Sube a tu habitación—Dijo con frialdad; y cuando Jimin estuvo a mitad de las escaleras, escuchó:—Y no vuelvas a vestirte así, no lo soporto."
El resto de la semana no transcurrió mucho mejor.
Yoongi había desaparecido del instituto, y como castigo por haber dormido fuera, el menor tenia prohibido salir de casa y usar el teléfono; por ese motivo, no tenia modo de saber del mayor, y conforme los días pasaban, peor era la sensación que le recorría.
En clases, las cosas no habían mejorado demasiado.
A mitad de la semana, Hoseok había estado lo suficiente aburrido como para ponerle la zancadilla durante la clase de educación física; como consecuencia, Jimin había acabado tropezando, y sin tiempo para reaccionar y frenar el golpe, su barbilla había acabado con algún que otro rasguño.
Y quizás, el único salvador de toda aquella situación, había sido Jungkook.
Unos golpes en la puerta de su habitación ganaron repentinamente la atención del chico, y bufó molesto decidido a ignorarlos al ver que se repetían poco después.
Y por más que trató de no hacerles caso, eso no evitó que la puerta finalmente se abriese sin su permiso.
—Jimin, hija—Dijo con suavidad su madre; pero el muchacho siquiera se molestó en apartar la mirada de la pantalla de su portátil.
Estaba molesto, realmente molesto; y había llegado un punto en el que se había cansado de fingir que aquel castigo no le importaba lo más mínimo.
—Jungkook está aquí—Solo entonces levantó momentáneamente la mirada para dirigirla a los dos pares de ojos que le miraban desde la puerta; y después de ello, se encogió de hombros.
La mujer suspiró segundos antes de marcharse, cerrando la puerta tras de sí; dejando de ese modo a ambos muchachos solos.
—¿Sigues molesto?—Preguntó el menor con una sonrisa divertida en su rostro, a la par que agarraba la silla de escritorio de Jimin y se sentaba en ella, quedando frente a él.
El castaño rodó los ojos, sentado en mitad de su cama.
—Llevo...—Contó con los dedos de su mano—Llevo como cinco días de arresto domiciliario.
Jungkook rió levemente.
—Además estoy incomunicado y aislado del mundo exterior; lo único que hace que no me vuelva loco es poder salir para ir al instituto.
ESTÁS LEYENDO
fe(male) ◇YM◇
FanfictionJimin no creía poder llegar a entender porqué había nacido en un cuerpo equivocado. ◇Actualizaciones lentas ◇Contenido sexual ◇Temas delicados como transexualidad, acoso y religión ◇ TW transfobia, homofobia, descripción de ataques de pánico y ans...