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Fue en el momento en que Jimin vio a Yoongi por primera vez en aquella tienda, en el que supo que ya le había visto en algún otro lugar; la pregunta era entonces, dónde.

Realmente no tardó mas de un par de días en averiguarlo.

Yoongi y él iban al mismo instituto, había tenido eso mas que claro cuando se había cruzado al chico en la cafetería de éste.

Pero, sin embargo, llevaba tres días después de aquello en los que la presencia de Yoongi no había aparecido por las instalaciones del centro; y es que por más que le hubiese buscado con la mirada en los pasillos o en el comedor, el chico parecía haberse volatilizado de la faz de la tierra.

O al menos de todo el terreno que comprendía el instituto.

Y honestamente, aquello sumaba puntos a su intrigante presencia.

La sensación era horrible.

No sabía porqué se sentía tan atraído a él, pero sin embargo lo estaba; y no encontraba explicación lógica a ese sentimiento además de su terrible curiosidad.

La curiosidad mató al gato; aquello era algo que su madre le repetía una y otra vez cuando era pequeño.

Pero, ¿de qué le servía al gato seguir viviendo si nunca encontraría la respuesta a aquello que tanto le intrigaba?

Necesitaba saber.

No sabía exactamente qué, y no sabía si le gustaría lo que fuera que fuese a encontrar; pero necesitaba saber.

Quizás por ello había vuelto a ir a la tienda en la que el mayor trabajaba, esa misma tarde.

El característico olor del local le había dado la bienvenida a adentrarse en ella nada mas había abierto la puerta; y obviamente, no había podido evitar cruzar el umbral de ésta.

Yoongi no estaba enfermo, al contrario de lo que Jimin había pensado en un principio y con lo cual había relacionado su ausencia en el centro escolar; estaba allí, al otro lado del mostrador, con expresión aburrida y haciendo quién sabe qué con el ordenador que había a su lado.

Jimin había caminado directamente hasta el mismo lugar en el que el chico le había encontrado la vez anterior, y había comenzado a mirar nuevamente los discos, a la espera de decidir cual sería mejor comprar a su amigo; como si la respuesta fuese a caerle del cielo al acariciar las desgastadas cubiertas de los vinilos que había frente a él.

—Hola, chico de los discos de jazz—Saludó Yoongi de repente, apoyándose al otro lado del pequeño expositor que Jimin estaba mirando—¿Necesitas ayuda esta vez?

Negó tímidamente.

—Sólo estoy mirando.

El mayor no dijo nada, se quedó apoyado donde estaba, y se dedicó a mirar como las manos de Jimin pasaban un disco tras otro.

Éste, por su parte, solo trataba de parecer ocupado y realmente interesado, a la espera de que el chico se marchase de vuelta al mostrador; pero aquello no parecía ir a ocurrir demasiado pronto.

—Estoy buscando algo, es para un regalo—Dijo después de casi un minuto de silencio entre ambos.

El mayor sintió.

—¿Te gustaría escuchar algún disco?—Preguntó tras un par de segundos de silencio—Para asegurarte de que le gusta, ya sabes.

—¿Puedo?

Yoongi asintió rodeando el expositor y agarrando uno de los discos que el menor tenía en las manos.

Jimin le siguió de cerca y de manera casi inconsciente, hasta llegar a una zona de la tienda en la que habían algunos auriculares colgados de unos aparatos que se encontraban en la pared, a la altura de sus hombros.

El mayor colocó el disco bajo el lector de códigos que se encontraba en la parte inferior de estos; y una vez el dispositivo hubo leído el código perteneciente a aquel disco, colocó los auriculares correspondientes a ese aparato sobre la cabeza de Jimin, asegurándose de cubrir correctamente sus orejas.

—Puedes escuchar cuarenta segundos de cada canción—Dijo dándole al botón de play, aunque el menor no pareció estar prestándole demasiada atención; se veía demasiado absorto en la música que se reproducía a junto a sus oídos.

Jimin elevó su mirada hacia los ojos de Yoongi, quien era notablemente mas alto que él, y cuando sintió que el chico también le estaba mirando, volvió a desviar su vista hasta la carátula del vinilo.

Distraídamente, se quedó escuchando un par de minutos mas y cuando hubo estado seguro de su elección musical, miró con algo de orgullo al chico.

—Creo que le gustará—Dijo.

Yoongi sonrió levemente a la par que asentía.

—¿Y a ti?—Preguntó aun apoyando uno de sus hombros en la pared que había junto al menor, tras dirigir una rápida mirada al local, asegurándose de que seguía igual de vacío que antes—¿Qué música te gusta?

Jimin se encogió de hombros, aún con los auriculares puestos, a pesar de que no se estaba reproduciendo ningún sonido a través de ellos.

—No lo se—Contestó con sinceridad—¿Qué música escuchas tú?

El mayor se alejó de él por unos segundos y volvió con un CD entre sus manos.

Lo colocó bajo el lector y esperó a que la pista comenzase a reproducirse.

La cara de Jimin cambió en el momento en que una grave voz comenzó a rapear sin previo aviso; primero pareció sorprendido, y después comenzó a mover la cabeza suavemente al compás de la melodía, a la vez que una leve sonrisa surcaba sus labios sin darse cuenta de ello.

—Está bien—Dijo alegremente refiriéndose a la música—Me gusta.

Yoongi sonrió.

—Creo que no debería estar diciendo eso—Dijo refiriéndose a la canción, aun sin borrar la sonrisa de su cara al escuchar y comprender el vocabulario que aquel hombre estaba empleando; hablando, sin darse cuenta, mas alto de lo que había pensado que lo haría por culpa del alto volumen al que se reproducía la música en sus auriculares.

Jamás pensó que ese tipo de música le resultaría tan agradable; al menos, no era así como su madre le había dicho que era el rap.

Si, quizás estaba hablando de temas de los que nadie de su entorno solía hablar, y obviamente, estaba empleando palabras muy poco correctas para hacerlo; pero era divertido.

Era divertido porque era una de las cosas que estaban prohibidas para él;  y aquello sin duda lo hacía ser inmediatamente mejor de lo que ya era de por sí.

Le gustaba; al igual que vestirse como un chico, y al igual que lo hacía Min Yoongi.

Y quizás escuchar aquella música era algo que tendría que añadir a partir de ese momento a su lista de: cosas de las que no debe enterarse mamá.

Como que realmente no era una mujer.

Y que Yoongi no era tan horrible como todos decían.

FELIZ AÑO NUEVO!! ✨✨🌈

Espero que vuestro año comenzase de manera estupenda (el mio lo hizo ah!), y si no fue así, por favor, recordad que las cosas siempre mejoran con el tiempo💞

Os mando un beso muy grande y un abrazo muy fuerte💜💜💕💗💖

Gracias por leer!

fe(male) ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora