84

2.3K 188 274
                                    

Yoongi estudiaba en silencio, aprovechando la total tranquilidad de la tienda, que se encontraba vacía a aquellas horas de la tarde.

Hacía un tiempo desde que el último cliente había salido por la puerta, y con los exámenes finales llevándose a cabo aquella misma semana, no tenía un solo minuto que perder.

El libro se encontraba abierto sobre el mostrador de cristal, junto a una caja de CD's que tenía que terminar de desembalar y colocar siguiendo sus categorías en el gran estante que se encontraba justo a sus espaldas; y a pesar de tener que terminar con aquella tarea, él se encontraba inclinado hacia el frente, apoyando los codos sobre este mismo y sosteniendo su cabeza con ambas manos, acunando sus propias mejillas.

La suave música ambiental se reproducía por los altavoces, pero aquello no suponía ninguna distracción para el azabache, que repasaba incansablemente el temario de historia, un examen del que no se sentía completamente confiado.

Estudió con tesón, deteniéndose por momentos para clasificar algunos de los discos que tenía junto a él mientras que en su mente volvía a repasar todo aquello que había leído con anterioridad, tratando de memorizarlo una y otra vez.

Se encontraba en ello cuando dejó de estar solo.

La pequeña campana de la puerta repiqueteó anunciando la llegada de alguien al establecimiento; y ante el suave sonido, Yoongi alzó momentáneamente el rostro para mirar hacia la entrada del local.

Una mujer caminaba entre los estantes, mirando distraídamente los discos expuestos frente a ella; y viendo que parecía no necesitar ayuda, el chico aprovechó para terminar de leer el párrafo que tenía a mitad.

Los tacones que esta llevaba hacían eco contra el suelo de madera a cada paso que daba, y sin poder evitarlo, los ojos del azabache se dirigían a ella cada pocos segundos para comprobar que no necesitase cualquier tipo de ayuda por su parte.

Y mientras sus ojos se deslizaban sobre las líneas formadas por palabras, todavía con las manos cargadas de discos, esta se acercó a paso lento hacia el mostrador.

Yoongi devolvió los CD's a la caja, cerró el libro y lo apartó de la superficie de cristal; y cuando finalmente alzó la mirada con una agradable sonrisa pintada en los labios, su vista se encontró con los ojos de la mujer, permitiéndole reconocerla de inmediato.

Jamás habría esperado verla allí.

Jamás pensó que la madre de Jimin pisaría aquel lugar.

Su cordial gesto amenazó con derrumbarse; pero ante la gélida mirada que la señora Park clavaba sobre él, se obligó a recomponerse tan rápido como pudo.

—¿Puedo ayudarla en algo?—Preguntó, manteniendo su serenidad a pesar del modo en que su corazón latía con fuerza en el interior de su pecho.

Los ojos afilados de la mujer se pasearon sobre su cuerpo, mirándole hasta donde el mostrador permitía y dibujando una casi imperceptible mueca de desagrado sobre sus labios.

—¿Dónde está mi hija?—Cuestionó tras lo que parecieron minutos de incómodo silencio.

Yoongi pudo sentir su cuerpo tensarse; y como un acto reflejo, su postura se enderezó y su pecho pareció hincharse.

—Jimin está bien—Se limitó a responder, tomando de nuevo algunos discos entre sus manos para mantenerse ocupado con algo y no sucumbir al nerviosismo, malestar y rabia que se entremezclaban en su cuerpo.

Una sonrisa forzada y cargada de molestia apareció en los rojizos labios de la mujer, que miró durante unos segundos al suelo antes de volver a dirigirse al muchacho que tenía en frente.

fe(male) ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora