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"Voy a llevármela."

"Voy a llevármela tan lejos que serás incapaz de volver a verla."

Yoongi despertó sobresaltado.

Sus ojos se abrieron de golpe en el preciso instante en que tomaba una gran bocanada de aire, como si se hubiese ahogado con la mismísima nada; su pecho quiso despegarse del colchón casi por mero impulso, pero encontró que su torso no pudo alzarse lo más mínimo de la cama por culpa de un peso que se encontraba sobre su cuerpo.

Todavía respiraba de manera agitada, tragando secamente entre grandes bocanadas a fin de eliminar la desagradable sensación pastosa que podía sentir en su boca.

El sudor perlaba su frente y el corazón le latía desbocado en el interior de la caja torácica, rebotando contra las costillas y provocando que el bombeo resonase en el interior de sus oídos; y como el grave retumbar de un timbal, se entremezclaba con el eco de aquella fría voz que seguía presente en el interior de su cabeza aún tras haber abierto los párpados.

Sólo había sido una pesadilla.

La cabeza de Jimin descansaba sobre su pecho, subiendo levemente con cada profunda inhalación que el contrario tomaba, y este se sorprendió de que no hubiese despertado debido al estruendo de su corazón.

El chico dormía serenamente, con sus piernas desnudas entrelazadas con las de Yoongi y con uno de sus brazos rodeando su cintura.

Se le veía en completa paz.

Y con un suspiro derrotado, el mayor cerró los ojos, llevando una de sus manos hasta el cabello del castaño y acariciando entre sus hebras con cuidado.

Comenzaba a amanecer, y en su estado, dudaba que fuese capaz de volver a caer dormido antes de que el sol saliese por completo; no si cada vez que sus párpados cubrían sus orbes era capaz de ver aquel rostro de sonrisa maliciosa emerger de la oscuridad mas tenebrosa. 

Todavía podía sentir las lágrimas en sus mejillas y la irritación de su garganta, como si realmente hubiese estado gritando; y a pesar de saber que aquello sólo había ocurrido en sus sueños, la sensación en su cuerpo era demasiado real.

Tanto, que incluso sintió la necesidad de pasar su otra mano sobre la seca piel de su mejilla, secando los restos de un llanto que no había ocurrido en realidad.

No quiso cerrar los ojos; pues al hacerlo era capaz de revivir una y otra vez en el interior de su mente el modo en que aquella mujer se llevaba a Jimin de su lado.

Arrebatándoselo de entre los brazos y cumpliendo su amenaza.

Arrastrándole con ella a un lugar tan lejano que no podría ser encontrado.

Por ello y a pesar del cansancio que era capaz de sentir, prefirió permanecer mirando al techo, sintiendo el calor de su novio contra su cuerpo y acariciando su cabello hasta que el agotamiento acabase por arrastrarle a él a los mundos de Morfeo.

Despertó de nuevo.

Esta vez el sol entraba brillante a través de las cortinas, haciéndole parpadear repetidas veces tan solo unos segundos antes de estirarse ligeramente sobre el colchón mientras gruñía en voz baja.

Su mirada se encontró entonces con la de Jimin, que, prácticamente tumbado sobre su cuerpo y con el mentón apoyado contra su pecho, le miraba con una radiante sonrisa.

—Buenos días—Le dijo con suavidad.

Y algo tan sencillo como aquello, como su voz ligeramente ronca por no haber hablado desde que había despertado, su sonrisa y el modo en que sus ojos se entrecerraban con ligereza, logró que la tensión que se había estado acumulando en el cuerpo de Yoongi desapareciera, deshaciendo los nudos de ansiedad que se formaban en su estómago y provocando que las comisuras de sus labios se alzaron con suavidad.

fe(male) ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora