fe(male) ◇YM◇

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Yoongi no tenía turno aquel día, y sin embargo, allí estaba, haciendo tiempo hasta que el último de los clientes abandonase el local para poder acercarse a hablar con Jin.

Sabía que su presencia no había pasado inadvertida para el muchacho, porque podía sentir a la perfección la mirada de este siguiendo atento todos sus movimientos desde que había entrado en la tienda.

—¿Que quieres, Yoon?—Preguntó el rubio una vez su amigo se hubo acercado hasta él cuando se hubo desocupado de los clientes.

El susodicho se encogió de hombros, fingiendo inocentemente que solo pasaba por allí de casualidad.

—¿Qué tal la ha ido el día?

—Al grano...—Apremió el mayor a la par que rodaba los ojos ligeramente divertido.

Yoongi suspiró.

—Esta bien. Aquí tienes—Se limitó a decir a la par que sacaba una hoja doblada del bolsillo de su chaqueta y lo dejaba sobre el mostrador que les separaba.

El rubio lo agarró, alternando su mirada entre el papel y su amigo en repetidas veces; ojeando el escrito detenidamente y cerciorándose de que aquel impreso era real.

—¿Cuándo crees que podrías tenerlas?

Jin se mantuvo en silencio, con la atención todavía enfocada en el documento firmado por su padre.

—¿Te corre mucha prisa?—Preguntó dejando la autorización sobre el mostrador—No estoy exactamente seguro de cuánto tardarían en traerme las hormonas después de hacer el pedido.

El azabache se encogió de hombros.

—En principio no.

—Vale—Dijo mientras asentía aún con la mirada fija en el papel—Entonces seguramente se las daré a Jimin la próxima vez que venga a consulta; supongo que las tendré de aquí a entonces.

Yoongi se tensó ligeramente.

—Yo... En realidad preferiría que me las dieses a mi—Opinó tras aclararse la voz.

El mas alto le miró interrogante, alzando la ceja que tenía perforada por un piercing.

—No me jodas Yoon...

Fue el susodicho el que ahora frunció el ceño.

—¿Qué pasa?—Inquirió algo confuso.

—No sabe que vas a pedírmelas, ¿me equivoco? Porque lo cierto es que preferiría que él estuviese de acuerdo y al tanto de esto.

—¿Qué? No. Claro que lo sabe—Mintió—Es solo que quiero dárselas yo, no lo sé; hacer el momento especial y esas cosas, ya sabes.

Y si aquello hubiese sido una tira cómica, Yoongi habría podido ver la sucesión de puntos suspensivos que emergían de la cabeza de su amigo; estaba claro que no creía ni una de sus palabras, pero sin replicar mas, dobló la hoja por la mitad y se la entregó de vuelta.

—Te avisaré en cuanto tenga algo—Dijo.

—Gracias.

—Y Yoongi.

—¿Mhm?—Cuestionó sin articular palabra.

—Ten cuidado y no la cagues—Advirtió.

—¿Por qué lo dices?

—Tu sabes perfectamente porqué lo digo.

◆◆

Jimin no podía dormir; y desgraciadamente para él, aquel molesto suceso se estaba volviendo una incómoda costumbre.