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—Un batido de leche de plátano—Pidió Jungkook con una sonrisa encantadora, elevando la mirada a la chica que anotaba sus órdenes en una pequeña libreta.

—¿Y usted, señorita?—Preguntó esta mirando ahora a Jimin.

El chico se limitó a sonreír a la par que negaba con suavidad.

—Yo no quiero nada.

La muchacha asintió con gesto amable, marchándose segundos después a fin de preparar el pedido del menor, siendo seguida por los ojos de este, que volteó sutilmente para seguir su cuerpo brevemente con la mirada.

—¿Crees que si apunto mi número en una servilleta se lo guardará?—Preguntó Jungkook tan pronto como hubo girado de nuevo hacia su acompañante.

—No pierdes nada por probarlo—Dijo encogiéndose de hombros.  

—¿Tu crees?—Inquirió de nuevo con una amplia sonrisa.

Jimin sonrió a la par que negaba con suavidad y le miraba divertido.

—¿Sabes? Ahora que me estaba fijando, tu pelo ha crecido bastante—Dijo, lo cual provocó que el mayor llevase inconscientemente una de sus manos a la cinta que adornaba su pelo, el cual debido a la longitud que tenía, se encontraba con el flequillo partido del centro en lugar de estar cubriendo su frente—Te queda bien así.

El castaño bajó la cabeza, mordiendo su labio inferior al sentirse repentinamente avergonzado.

—¿Tu crees? Yo estaba pensando en cortarlo—Musitó jugueteando con uno de los mechones de cabello que había tras su oreja.

El menor asintió.

—De todos modos, la decisión es tuya—Añadió, encogiéndose de hombros después de ello—Así que eres tu quien decide si cortarlo o dejarlo así.

Jimin se mantuvo en silencio, pensando en las palabras del chico y replanteándose su decisión mientras seguía tocando su pelo de manera distraída.

—Kook, necesito que...—Musitó cambiando de tema drásticamente a la par que señalaba sutilmente la mochila que estaba junto al cuerpo del castaño.

El chico entendió su gesto, y aun manteniendo su tierna y aniñada sonrisa, le tendió al muchacho lo que le había pedido.

Y una vez el mayor tuvo entre sus manos la pequeña mochila del contrario, se excusó rápidamente y se levantó con ella en dirección al baño de aquella cafetería; mirando cuidadosamente a ambos lados antes de escabullirse de manera rápida al interior del baño para hombres.

Fue en el momento en que Jimin volteó su cuerpo al levantarse, cuando la sonrisa de Jungkook se desvaneció al instante.

¿Por qué las cosas debían ser de ese modo?

Se sentía extraño; algo dentro de él era escalofriántemente raro.

Y él era consciente de que había algo diferente; especialmente cuando estaba con Jimin.

Una sensación abrumadora, un sentimiento de pesadez a la par que de alivio; era...

Agridulce.

Por otro lado y completamente ajeno a los sentimientos contradictorios que abordaban la mente de su amigo, Jimin se adentró al servicio, cerrando la puerta con seguro y abriendo segundos después la mochila del chico.

Sacó de ella una de las sudaderas del otro castaño, deshaciéndose entonces de la camiseta aterciopelada y evidentemente femenina que llevaba, procediendo después a apretar las vendas mas de lo que ya estaban, librándose del casi imperceptible busto que mostraba bajo la tela de su ropa con anterioridad.

fe(male) ◇YM◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora