Capítulo 83

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Narrado desde el punto de vista de Mangel.

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Aquella había sido una mañana como otra cualquiera. Noh dehpertamoh juntoh, al menoh yo, ya que me había dehpertao' un poco anteh que Rubiuh pa' dejarle dormir un poco máh. Bueno, aunque no había sido tan normal aquella mañana, ya que cogí a Rubiuh y le apoyé contra el armario, besándole ya que decía que no quería ir a trabajáh.

Pero aparte de eso lo de siempre; llegamoh a Boomerang y yo seguía pensando que ehtaba enfadao' conmigo por hacerle esa broma en casa y dejarle con el calentón pero al final no había pasao' nada.

Noh dehpedimoh, ya que a él le tocaba grabá' con Panda, y a mí con Laura; y no ehtaba yo por la labor, la verdá'. Entré en una de lah salah, algo enfadao' al véh como Rubiuh se reía de mi mala suerte; pero anteh de entrar me volvió a decíh aquello que hizo que ya no ehtuviera enfadao' con él. No podía, dehpuéh de que gritara que me quería aun cuando ehtaba a su lao', como queriendo que se enterase todo el mundo de aquello.

Me consolaba sabéh que Alexby me acompañaba, y Laura solamente decía algo de véh en cuanto, y nosotroh seguíamoh a nuehtra bola. La verdá' eh que ahora ehtaba mucho máh a gusto con Panda y Alex al haber podido decirles eso. Ehtuve ahí sentao' grabando durante bahtante tiempo, hahta que salí y fui a véh a Rubiuh.

Caminamoh hahta casa, ehta véh hablando y contando lo que habíamoh hecho hoy, entre risah y besos en medio de la calle.

—Mangel, creo que acabamos de asustar a esas señoras. —Rubiuh empezó a reírse, girándose disimuladamente a mirarleh la cara, y la verdáh era que tenía razón con lo que había dicho. Su cara era una mezcla de sorpresa y ehpanto absoluto.

Yo me reí, y le volví a dah un beso para luego seguir caminando, ignorando lah miradah que noh lanzaban. Llegamoh a casa, y recordé que pasado mañana ya noh íbamoh a casa de mi madre; así que empecé a preparar la maleta ahora, ya que seguramente si lo dejaba para máh tarde acabaría haciéndolo toh en el último momento.

Me metí en la habitación, dejando la maleta encima de la cama y empezando a miráh en el armario lo que llevar a casa de mi madre. Y nah máh volvéh a girarme me encontré con Raspberry dentro de la maleta y a Rubiuh tumbao' en mi cama, mirándome.

—Mangel, ¿me vas a abandonar? —puso sus brazos encima de la maleta, mientrah Raspberry se subía por su hombro y se ponía ahí en plan loro, poniendo sus patas en el pelo de Rubén. —Seguro que me dejas por alguna bitch de enormes tetas. —metió su cara dentro de la maleta, mientrah la gata aprovechaba y se tumbaba encima de su cabeza.

—No, te abandono por Cheeto. Entiéndelo, el pobre Alexby no puede crecéh sin una familia unida. —noh reímoh loh doh, recordando aquella foto en la que salíamoh loh treh. Y anteh de que la gata se largara saqué el móvil y leh hice una foto, intentando no reírme. Al Twitter que iba.

Rubén empezó a dramatizáh, diciendo que era el amante y que no me iba a compartíh con nadie. Y claro, al moverse la gata se largó corriendo asustada, no sin anteh arañarle como hacía siempre, pero ehta véh en la cara.

—Ah, joder. —gritó, y yo le cogí la cara pa' ver si le había hecho mucho daño. Tenía un pequeño corte en la mejilla, y al tocárselo pa' ver si era muy profundo, se quejó otra véh.

—Anda, ven. —le cogí de la mano y le llevé al baño, pa' ponerle una tirita o algo. Sangraba un poco pero no demasiao', así que no me preocupaba mucho.

Le pasé un pañuelo con agua para limpiáh aquella sangre, y buhqué alguna tirita pa' ponérsela, pero no encontraba nah. Me desesperé, y le dije que me ehperara en el baño mientrah yo buhcaba. Acabé encontrando una, y fui al baño a ponérsela.

— ¿Mejor?

—Sí, si no fuera porque algún día voy a matar a la gata. —y ahí ehtaba ella, mirándonoh dehde la puerta del baño con cara de inocencia. Si eh que era imposible no quererla, aunque siempre acabáramoh arañaos por su culpa.

Volví a la habitación, y seguí haciendo la maleta mientrah Rubiuh me miraba en silencio. Nah máh acabáh, la dejé a un lao'. Rubiuh se me colgó del cuello ehtando arrodillado en la cama, y me besó durante bahtante tiempo. Yo le correhpondí, pa' luego separarme y mirarle fijamente.

— ¿Y eso? —le tenía agarrao' de lah caderah, y él seguía con lah manoh en mi cuello.

—Aprovecho ahora, ya que no es plan de estar en tu casa montando jaleo. —volvió a besarme, así que le levanté de la cama, dejando que se agarrara a mí y me senté en el colchón, con él encima de mih piernah, mientrah noh seguíamoh besando.

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Este Capítulo fue publicado el 05/04/13 en http://mangelandrubiusislove.tumblr.com/

Mangel & Rubius Is Love [Primera Temporada] [Capítulos 0 a 198]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora