Capítulo 182

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Narrado desde el punto de vista de Rubius

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Había escuchado a Mangel salir de la habitación, no... Mangel... dijiste que estarías a mi lado todo el rato, que nunca te alejarías de mí... Mangel... Mangel... Mangel... Mangel... Mangel...

-Mangel...

Me di cuenta de que había podido hablar, de que por fin había hablado, había dicho algo. Willy se acercó a mí corriendo, seguido de Laura, ambos se pusieron a hablarme, joder, me estaban mareando, me estaban dejando sin aire, me agobiaban.

-Mangel...

-No está, Mangel no está.

-Mangel... Agua...

Escuché como uno de los dos salía corriendo de la habitación, mientras otro me daba un vaso de agua poniéndomelo en los labios. Bebí despacio, bastantes días habían pasado y estaba sediento, no era lo mismo que te proporcionase el agua a beberla tú directamente. Poco a poco fui abriendo los ojos, entonces vi a Willy sonriéndome.

-Willy...

-Sí, soy yo.

-Dios, que dolor de cabeza...

-Es normal, tienes fiebre –se rió un poco nervioso.

-¿Y Mangel?

-No está...

No está... ¿dónde se ha ido?...

-¿Dónde está?

-Ha vuelto a casa... lleva varios días aquí, debía descansar un poco y Cheeto le acompañó a casa.

-Ah...

Joder, como me dolía la cabeza... De repente vi a Laura entrar acompañada de algunos médicos que rápidamente se pusieron a tomarme el pulso, mirar el gotero y comprobar que todo estaba bien. Estaba intranquilo, el dolor de cabeza no se iba, aunque sabía que era normal por las conversaciones que había escuchado del médico, ¿ahora se suponía que estaba bien? No me sentía como tal...

-¿Cómo te encuentras Rubén?

-Bien...

¿Qué coño iba a decir?

-Vale...

Y se puso a hablar con la enfermera, supongo que estarían pensado que iban a hacer, que tomaría a partir de ahora y esas mierdas normales, yo seguramente me habría puesto a cantar dentro de mi coco, pero estaban Laura y Willy allí y no iba a desaprovechar la oportunidad de hablar con ellos, a saber si me volvía a desmayar en cualquier momento.

-Quiero que venga Mangel... -dije en un susurro.

-Está en su casa, Rubén –dijo Laura.

-Llamadle, quiero que venga...

-Pero... -dijo Willy mirando a Laura.

-Llámale.

¿Y si de repente me volvía a quedar dormido? No quería, la idea me dejaba absorto en mi propio mundo. El médico salió de la habitación al igual que Willy, la enfermera se quedó dándole instrucciones a Laura, seguramente ahora empezaría a comer poco a poco y cosas así, si de verdad la sopa me sintió como el culo sería lo más normal...

-Vale, de acuerdo, muchas gracias –le dijo a la enfermera.

Y se acercó a mí, se quedó mirándome.

-¿Cómo estás? Nos has dado un susto a todos...

-Lo sé, y lo siento...

Y me abrazó, a lo que no pude negarme. Entró Willy por la puerta, se acercó a nosotros y me sonrió.

-¿Ya le has llamado?

-Sí, llamé a Cheeto para avisarle, por si acaso Mangel ha terminado decidiendo dormir o algo...

-Ya...

Entonces a saber cuándo vendrán...

-Ahora descansa, Rubén.

-No quiero, no hasta que venga Mangel...

Willy y Laura se miraron y se rieron, sabían que aunque insistiesen no iba a dejar de decirles que no, que no iba a dormir, quería esperar a Mangel, y le iba a esperar, pasase lo que pasase.

-Oye, la enfermera me ha dicho que podrías andar un poco, si quieres –me dijo Laura.

-¿De verdad?

-Sí, tienes que tener las piernas dormidas.

-Un poco...

-Pues demos una vuelta.

Y se acercó a mí para ayudarme a salir.

-No lo veo tan buena idea... -dijo Willy.

-Anda, ayúdame –dijo Laura.

Salimos de la habitación, iba apoyado en ellos más que andado solo, dimos algunas vueltas por el pasillo, incluso fuimos a la cafetería, mis piernas parecían que fuesen nuevas, estaba claro que aún no tenía la fuerza suficiente... justo estaba en el pasillo con los dos para entrar de nuevo a la habitación y... ahí estaba él... mirándome con esos ojos de color café, tan profundos que podía dejarme sin respiración por un momento, su cara era increíble, me miraba desde ese pasillo, inquieto, intranquilo, pensando que no era realmente yo, que esto era un sueño, pero aquí estaba, delante de él, mirándole fijamente y esperando una reacción por su parte...

-Rubén...

-Mangel...

Y se acercó corriendo a mí para abrazarme allí en medio del hospital, apretándome como si quisiese que este momento fuese eterno, abrazándome como si en este mundo solo existiésemos él y yo y es que era así, realmente era así, este mundo estaba hecho para que fuese un él y yo, pasase lo que pasase.

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Este Capítulo fue publicado el 06/06/13 en http://mangelandrubiusislove.tumblr.com/

Mangel & Rubius Is Love [Primera Temporada] [Capítulos 0 a 198]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora