Él, ella y el amor

Capítulo 4

Max

Me dirigía a mi cueva cuando un dolor intenso me recorrió la columna vertebral. Me eché en el suelo esperando que esa acción mitigara el dolor, pero no sucedió.

Sam, qué coño sucede.

"Estás cambiando Max, es la hora. Siento mucho no poder hacer gran cosa, solo puedo quitarte un poco de dolor."

No pensaba en nada, solo en este dolor tan intenso que me gustaría que se fuera. Creí que pasaron horas pero en tan solo minutos ya estaba en cuatro patas y con unos sentidos más desarrollados, no podía esperar para saber qué cosas podría hacer.

"Hey Max, podrías ir al lago a mirarte"

Buena idea Sam.

Fui hasta el lago a mirarme pero no creí lo que vi. Soy una loba negra con los ojos como me dijo Sam antes, pero lo que me sorprende es que sea negra, o sea no es porque no me guste, es solo que mi madre me dijo que mi loba depende mucho del color de pelo que tengo y yo soy rubia no morena. Es cierto no os dije como soy, perdón, soy rubia de ojos marrones, estatura 1'70 y de cuerpo bien definido, ni gorda ni flaca.

Hey Sam, que tal si hoy no dormimos y nos vamos a correr por el bosque.

"Por mi genial, quiero moverme. Lo malo es que ahora me resulta más complicado ayudarte a esconderte."

Porque lo dices.

"No te lo había dicho pero eres alpha, con lo cual aparte de olor tienes un aura más fuerte e imponente y necesitarás un poco de práctica para poder controlar tu aura y que no te detecten"

De acuerdo, pues empecemos con las lecciones.