Max
Después de dos días entrenando a pleno rendimiento, nos teníamos que ir a la manada del cachorro.
-Zeirat, Shiro y Simón, venís conmigo.
-Sí alpha.
-Los demás encargaros de la protección del territorio y si pasa algo, avisarme enseguida, no intentéis haceros los héroes.
-Sí alpha.
Queda menos de dos horas y el cachorro vino a buscarnos. En el camino podíamos notar lo cerca que estaba de nuestros territorios. Todos íbamos tensos, se podía cortar con un cuchillo y el cachorro no ayudaba, olía a nerviosismo. Íbamos vestidos para una posible pelea, pantalones negros ajustados, una camiseta negra holgada y por supuesto todo hecho por Zeirat para que no se rompa al transformarnos.
-Se puede saber cuánto falta para llegar a tu manda.
-Menos de media hora.
Los tres nos miramos entre nosotros, sin hablar ya sabíamos lo que pensábamos del cachorro.
Enlace M-Z-S
Max, me aburro. ¿Puedo hacerle alguna broma al cachorro?
No seas inmaduro Zeirat. Max no tiene tiempo de lidiar con mocosos.
Dejad de hablar por mí, Shiro no te molestes que tú también puedes hacerle alguna trastada.
¿Enserio podemos?
Sí Zeirat, podéis hacerlo. Pero que no implique pelea.
Sí alpha.
Sé que es inmaduro de mi parte dejar que hagan trastadas, pero he de admitir que a mí también me gustan las bromas. Con Zeirat puedo ser todo lo infantil que quiera y él me seguirá la corriente.
Zeirat creó un conjuro para cegar y Shiro se puso en la espalda del cachorro y empezó a gruñir. El cachorro al estar cegado no sabía lo que pasaba y se alteró. No podía parar de temblar y de pedir ayuda, era muy divertido ver como un lobo se doblegaba por una simple broma. Después de reírnos durante 10 minutos, hicimos que el cachorro volviera a la normalidad, no podía dejar de mirarnos con duda mientras nosotros nos reímos.
-Lo siento, una simple broma.
Seguía mirándonos con duda pero con cierta sonrisa en su cara que no podía ocultar. Se ve que a él también le resultó gracioso.
-Sigamos caminando, solo quedan 3 minutos para llegar.
-Claro, prometo no hacer más bromas.
-Seguro que tus acompañantes no opinan lo mismo.
Le miré con duda, pero al darme la vuelta pude ver como Shiro y Zeirat estaban cuchicheando y mirándonos con picardía. Se notaba que los dos querían hacer más bromas.
-Chicos parar, seguiremos en la manada, ahora hay que ser formales.
-Sí alpha.
No se les notaba conforme, pero me hicieron caso y pararon hasta la vuelta.
ESTÁS LEYENDO
Él, ella y el amor
WilkołakiNo todo es lo que parece, no todo es como lo pintan, no todo es como reluce. Max y Adrián compartirán un destino, Marcos cumplirá su misión y Shiro no fracasará en la suya.