Capítulo 99

38 5 0
                                    

Adrián

Con todo lo que se avecina, debería de darle un respiro a la pobre pequeña. Creo que una cita es lo que les gusta a las chicas, pero no estoy seguro. Tendré que investigar.

-Kuro, dime cómo puede ser la cita ideal para una alpha que está hasta el cuello de peleas, entrenamientos e informes.

K: Ya sabes lo que le gusta, basta con que le prepares una cena y un regalito.

-No te preguntaría si supiera cómo hacerlo.

K: Y yo no respondería eso si de verdad fuera una pregunta.

-Más que consejera, eres un dolor de trasero. Mejor le preguntaré a Shiro.

K: Que valla bien.

Menuda consejera que tengo, Shiro es de más ayuda que Kuro, definitivamente sólo un macho me entendería. A lo lejos vi a Shiro al lado de mi pequeña, ahora tengo que apañármelas para separarles.

"Hey, mentecato, qué tal si pruebas a decirle que se valla de compras con Kuro mientras tú y Shiro habláis, así matas dos pájaros de un bocado"

¿Tienes hambre Jake?

"Hace mucho que no salgo a estirar mis patas y a divertirme, es normal"

Prometo que te sacaré y con Sam a tu lado

"Más te vale no romper tu promesa, alcornoque"

-Max, ¿por qué no te vas de compras con Kuro y alguna hembra más? Así te despejarás.

-No lo había pensado, no estaría mal ir de compras con las chicas, pero ¿no crees que es raro que intercambiemos consejeros?

-Mah' pequeñeces. Tú disfruta de tu día de compras.

-Bien te tomo la palabra. Shiro pórtate bien.

S: Ni que fuera un perro.

-Eres mi lindo lobito.

Me encanta ver a mi pequeña sonriendo, aunque la discusión que tienen es muy infantil, es muy entretenida.

S: Dime, qué tienes planeado.

-¿Tanto se me nota?

S: Max es demasiado inocentona para darse cuenta de estas cosas, pero te recuerdo que yo soy un espíritu, tengo más años que tú.

-Simplemente quiero llevarla a una cita, para que se enamore de mí y se despeje un poco de todas sus preocupaciones.

S: Entonces te apoyaré.

-Muy amable, dime cómo hago una cita perfecta para ella.

S: Supongo que Kuro ya te lo ha dicho, pero dale lo que le gusta y estará bien.

-No ayudas Shiro.

S: Prepara una cena en el bosque y cambios de ropa.

-No pienso ir tan lejos, aun.

S: Maniaco sexual, es para después del cambio. A ella le gusta estar transformada en el bosque.

-Ah, cierto.

S: Regálale algún libro y procura que la comida no sea picante.

-Bien, apuntado. Ayúdame adornar el bosque, tiene que estar estupendo.

S: Eres demasiado mimado, podrías hacerlo por ti mismo por una vez.

-No seas así, ayúdame, ¿o es que tú no quieres que estemos juntos?

S: No seas tonto, acabaríais juntos si sólo sois sinceros y no esquiváis nada.

-Bueno querido cupido, me ayudaras o no.

S: Si, si, te ayudaré.

-Bien, manos a la obra.

Espero que le guste esta cita improvisada, pretendo dejarle las cosas claras en este día para que me acepte por completo. Sólo espero que no me subestime o me deje en el olvido por ser directo. Es demasiado inocentona, como dijo Shiro, y no creo que se lance sin más a mis brazos para que la marque. Esto será un dolor en el trasero, pero creo que valdrá la pena tanto esfuerzo. Todo por ella.

Él, ella y el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora