Capítulo 86

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Max

No sé cómo describir la cara de Adrián al enterarse de mi secreto y leer la nota.

-No quiero que haya secretos entre nosotros si vamos a darnos una oportunidad como pareja. Necesito que me ayudes a defender mi manada.

Todo era completo silencio, ni Paul ni Shiro ni Adrián ni el lobo de Adrián (Kuro) ni yo, hablábamos. No me gusta todo este silencio, me da que no me van a ayudar e incluso me podrían matar.

-No quiero meter las narices donde no me llaman,- bendito Paul- pero creo que deberías ayudar a tu mate.

-La carta tiene un olor conocido. No creo que sea un completo anónimo, ¿no te acuerdas de lo que quería Carlos?

-¿Carlos? Quería saber quién era la descendiente de los Fang.

-Se te olvida algo, quería casarse con ella y obligarla a tener descendientes con él.

Al principio no entendía la conversación, pero con lo último que dijo Adrián ya lo entendía todo.

-Os agradecería que me siguierais, iré a dar con el traidor. Enseguida seguimos con el tema. ¡Zeirat!

-Sí alpha.

-No te preocupes, saben quién soy. ¿Ya has realizado lo que te pedí?

-Sí, les di la pócima a todos los de la manada y ya los he reunido en la plaza.

-Gracias Zeirat.

-Max, qué harás con el traidor.

-No toleraré tal falta de respeto a alguien que te ofrece una buena vida.

Se me cambiaron los ojos y desprendí toda mi aura y mi olor, vi como Paul inclinaba la cabeza en sumisión y Adrián me miraba con lujuria y orgullo, algo raro para alguien que se supone que aún no me quiere como mate.

-¡Alpha! ¡Qué ocurre!

-No te preocupes Simón, diles a todos que se calmen y vallan a la plaza. Luego hablaremos de tu mate.

-Es Paul mi mate, pero me da miedo aceptarlo ya que es un elfo y no sé si comparte mis sentimientos.

Todos nos quedamos sorprendidos, hasta el propio Simón.

-Zeirat, ¿se lo distes también a él?

-Mejor prevenir que curar Max, hasta yo la tomé.

-Max, qué me ha dado Zeirat.

-*suspiro* Tranquilo Simón, no es nada malo solo es un poco de soda de la verdad. Vallamos a la plaza, el traidor nos espera.

Todos nos dirigimos a la plaza, todos con nuestro aura a tope y medio transformados. Shiro y Kuro se mantenían juntos y alerta para saltar a la mínima, como buenos cazadores persiguiendo a su presa. Al llegar, todos estaban nerviosos mirando hacia mi dirección, ninguno está acostumbrado a que despliegue todo mi aura de alpha.

-Sólo diré una cosa, avanza y saldrás vivo.- todos miraron a su alrededor con pánico- Bien, tú lo has querido. Busco al traidor que delató mi nombre a los vampiros.

Todos comenzaron a susurrar y a ponerse inquietos. Ninguno se adelantaba, pero pude escuchar como un corazón no paraba de bombear a un ritmo alarmante y repetir la misma frase. Fui yo, lo siento.

Él, ella y el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora