Él, ella y el amor

Capítulo 39

Adrián

Al llegar a la celda, el vampiro todavía seguía inconsciente. Sí que pega duro Shadow, los vampiros son menos propensos a la inconsciencia por eso son más difíciles para capturar.

-¿Quiere alguien echarle agua fría? Me estoy aburriendo de esperar

-S-sí jefe

Al hacer contacto con su pálida piel, se despertó por completo.

"Adri, ¿no te suena de algo este?"

Ahora que lo dices... no

"Ja ja ja, muy gracioso. Es Dan, el segundo mejor guerrero de Carlos. Era el que le escoltaba cuando vinieron"

Valla, asique el segundo mejor. Este Shadow me cae mejor

-Vamos Dan, dime todo lo que planea Carlos con esos colmillos.

-Antes muerto maldito pulgoso.

-Bueno eso se puede arreglar, pero primero quiero la información asique tardaré un poco más en darte lo que pides.

Empecé a preparar mi querida mesa de tortura. Alicates para arrancar dientes, pelacables para arrancarle la piel de los dedos, martillo para romperle las rodillas, plata para retrasar la curación y algo de agua bendita. No, el agua bendita nos les hace nada, pero tiene el peor sabor que ellos pueden saborear, y les dará una sed más grande que si pasan dos meses sin sangre.

"El agua es una tortura suave, ¿por qué lo vas a usar?"

Primero usaré el agua para ver si puedo hacer que hable, sino, bueno tú sabes lo que pasa

-¿Por qué los instrumentos no están limpios? Así das mala imagen.

-Pe-perdón jefe, creí que los necesitaba cuanto antes y no los lavé a fondo.

-Pues no creas tanto la próxima vez. Perdona por esta imagen querido Dan, están cubiertas de sangre de hombre lobo, espero que no te importe.

-Por más que me tortures no hablaré. Mi lealtad está con Carlos para siempre.

-Por todos los Dioses, no quiero saber esa estupidez. Volveré a repetir, me pillas de buen humor. Qué quiere hacer con los colmillos.

-Nunca.

-Pues empecemos con el show.