Él, ella y el amor

Capítulo 33

Max

-Bien elfo, ya puedes empezar a hablar. ¿Dónde está Black Shadow?

-Ya os he dicho como llamarle, no sé nada más.

Valla, se ve que soy famosa por estos lares. No sé para qué me querría un maldito vampiro la verdad.

Sé que Marcos seguía muy de cerca mis pasos, aunque se podía ver que tiene más miedo que un cachorro.

-Marcos porqué me buscan.

-Carlos, su jefe, dijo que le robaste el colmillo que le arrancó a Dominic.

¡No me jodas! Él era el que tenía el otro colmillo. Un momento yo no he robado nada y menos a unos vampiros.

-Yo no he robado nada. Nunca me meto con los vampiros a menos que sea para matarlos o secuestrarlos para alguien más.

-Pues alguien se ha hecho pasar por ti para poder robarlo, y se ve que con buenos resultados.

-Me cago en todos, espero que ahora con Shiro nadie más se haga pasar por mí. Escucha, yo tengo que raptar al vampiro y salvar al elfo, tú encárgate del otro para que no moleste.

-Sí alpha- me quedé mirándolo con cara de WTF- quiero decir... esto... no sé por qué he dicho eso. Perdona.

"Me temo que tus dotes de alpha no se pueden ocultar tan bien como el olor o el aura"

A buenas horas me avisas Sam. Creo que es momento para tener más gente en el grupo para que me cubran, ya que, por desgracia, Shiro no puede ayudarme mucho.

"Si el tal Marcos este te resulta útil y su alpha lo echa, puedes decirle que sea tu omega"

Después de esa conversación con Sam, me adentré más en el sótano que hacía las veces de celdas. Podía ver claramente como los vampiros preparaban una mesa con un montón de objetos de tortura para el pobre elfo. No podía tardar más o se lo cargarían.

Miré a Shiro pidiéndole que aullara. Él me entendió y aulló, los vampiros se quedaron petrificados. Se daban la vuelta lentamente con los ojos inyectados en sangre y los colmillos sobresaliendo de sus bocas. Todos sabíamos qué significaba el aullido.

Pelea.