Decidiendo seguir la corriente, Allen ingresó a la Orden con un extraño sentimiento de rabia y traición en su interior, Julieta caminaba frente a él con aire despreocupado y Kanda parecía preparado para ir a matar a alguien.
Suspiró aliviado de verse lejos de ese tipo, sin embargo le sabía mal aquel encuentro siendo que... Bueno, aparentemente serían compañeros por lo que se armó de valor y se giró hacia él.
—Eh, Kanda... —tembló cuando los ojos de ese sujeto le miraron— E-Ese es tu nombre, ¿no? A pesar de este mal encuentro, es un placer conocerte.
Esbozó la sonrisa que reservaba para las reuniones sociales en las que Sheryl le obligaba a participar casi siempre y extendió su mano hacia el otro muchacho, él le miraba como si fuera alguna clase de asqueroso insecto y Allen estuvo tentado a plantarle mejor un guantazo.
—No le daré mi mano a alguien que está maldito.
—¡Kanda!
Walker tembló ligeramente, su sonrisa se mantuvo y cerró la mano en un puño mientras murmuraba maldiciones en su nombre y el de Marian Cross.
Que exorcistas tan odiosos, ¡¿acaso todos eran así de desagradables?!
—¡No dejes que te afecte, Allen-kun! —miró a Julieta y suspiró, al menos era linda, ella le sonrió tomando una de sus manos para estrecharla— Mi nombre es Lenalee Lee, es un placer volver a verte.
Parpadeó sorprendido y casi se sintió en una nube.
—¡¿Me recuerdas?!
—No todos los días veo a alguien con tu color de cabello —rió divertida mientras empezaban a caminar—. Además, Kanda también parece recordarte, pero no te preocupes por él. Acaba de regresar de una misión y seguramente está cansado.
Ella podía ser todo lo amable que quisiera, Allen conocía el tipo de personas que tenía problemas con los seres humanos y el control de ira, aquel sujeto se parecía bastante a Skinn.
Sonrió educadamente.
—Entonces espero que tenga un buen descanso y una ducha fría —murmuró entre dientes—. Porque debe estar muy, muy agotado.
Lenalee forzó una sonrisa incómoda y asintió, internamente deseando que Kanda se relajase y olvidase... Oh, bueno. Mejor nada...
Sacudió su cabeza y decidió empezar a darle el tour a su nuevo compañero, Allen se emocionó al pasar por el comedor (porque estaba demasiado acostumbrado a las comidas y porque el tamaño prometía interacción con mucha gente, para alguien siempre aislado como él aquello era... ¡Fabuloso!), otras partes como la enfermería, el área de entrenamientos y demás... Simplemente no le emocionaron demasiado.
Sin embargo debía admitir que a pesar de su mala apariencia exterior, el interior de la cede de la Orden resultaba bastante acogedor.
Al final acabaron en el ala científica, donde un tipo rarito se presentó como Komui y le dio la bienvenida.
La verdad se le veía amable, había que admitirlo.
—¿Podrías dejarme ver tu brazo, de preferencia esa espada chula tuya?
—Eh, claro... —confuso se acercó a la mesa que aquel hombre había rodeado y activó su inocencia— ¿Qué necesita con él?
Komui Lee inspeccionó detalladamente la espada que había colocado casualmente sobre la mesa y sonrió, colocó su dedo en aquella plana superficie.
—Aquí, lo noté en tu problemita con Kanda —se giró hacia Lenalee y le sonrió cariñosamente—. Mugen siempre rompe cosas, ni siquiera tú te salvas, Allen-kun. Ahora, Lena, cariño, ¿podrías...?
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Noah.
Fanfiction¿Qué hubiera sucedido si, en vez de Mana, Allen hubiese sido adoptado por alguien más? ¿Qué sería de él y quién lo hubiera hecho? ¿Qué habría pasado si ese sujeto en cuestión fuera un aliado del conde? ¿Un Noah? ¿Allen seguiría siendo el mismo o est...