36; Lazos.

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Krory era fuerte, habiendo sobrevivido tantos años a la soledad más absoluta, viviendo rodeado únicamente por los objetos de colección de su abuelo hasta la llegada de aquella akuma, Eliade, había logrado grandes cosas.

Sobrevivir a sus deseos; aquella ansia de relacionarse con otros como él, vivir, crecer, amar, conocer.

Ignorarlo era difícil, centrarse en los quehaceres de una vida solitaria lo es más, Allen lo entendía.

Sus circunstancias fueron diferentes, pero el sentimiento era el mismo. Pura soledad, la constante depresión del verse abandonado por sus iguales.

Ser convertidos en algo que no eran, dejar de ser un humano entre humanos y pasar a convertirse simplemente en un monstruo.

Era difícil.

Y allí, dentro de la puerta, en aquel espiral oscuro que les llevaba entre dimensiones a distintas partes del arca y mientras Lenalee intentaba regresar clamando que Arystar estaba mal, que no había que abandonarlo, lo resintió.

Frunció el ceño y apretó sus mejillas con molestia.

—No estamos abandonando a nadie, Julieta, cálmate —ella le miró desesperada—. Kanda, Krory... Todos estarán bien, volveremos a casa juntos.

—¡Pero él...!

—No eres la Julieta que conozco —suspiró—. ¿Qué es lo más importante en una relación como la que tenemos todos, Lenalee?

Ella calló, calmándose, y simplemente llevó sus manos hacia aquellas que tomaban sus mejillas.

—El ayudarnos los unos a los...

—La confianza —corrigió—. Ayudarnos es importante también, pero es la confianza la que nos une.

—Allen...

—¿Qué fue lo que me dijiste antes de que acabáramos aquí? —sonrió— ¿Qué fue lo que pensaste cuando viste lo que Tim te mostró?

—Pensé... —bajó la mirada— Confié en que era imposible que murieras, eres demasiado terco e idiota como para hacerlo.

Bueno, saberlo ayudaba a entender que quizá Lee no le veía como figura de autoridad ni de respeto.

Interesante.

—Y yo no te fallé, aunque puedo discutir eso de ser idiota —ella rió por lo bajo—. Lenalee, eres mayor que yo, esta clase de cosas deberías decirlas tú.

—Ser sermoneada por un idiota —Lavi se unió a ellos colocando su barbilla en el hombro de Allen—. Debería darte vergüenza, LindaLee.

—Komui te golpeará.

—¡Quiero verlo intentarlo!

Se sumieron en su mundo de disputas, haciendo honor a todo lo que sucedía cuando dos personas sin mucho razón discuten.

Chaoji colocó su mano en el hombro de la chica, ambos sonrieron.

—Algo que Anita-sama me enseñó siempre, señorita exorcista —inició llamando la atención de los otros dos—. Es que tus mayores jamás van a abandonarte.

—Kuro-chan es fuerte, ha afrontado mil cosas en poco tiempo —asintió el pelirrojo—. Además, todavía le quedan tres botellas de Chomesuke, estará bien.

—Lavi...

—Nuestro Arystar Krory III es genial —apoyó Walker—. ¡Sólo ten confianza en que los volveremos a ver!

—Yuu y él van a corresponderla —se cruzó de brazos con altanería—. Si no lo hacen podremos golpear todos al Moyashi-chan.

—¡¿Por qué me van a golp...?! —pausa, mala mirada— ¡¡Mi nombre es Allen, conejo estúpido!!

Noah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora