54; Después de Cross...

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Su calma controlaba.

Link se centró totalmente en sus jugadas mientras los exorcistas hacían su trabajo, una mano flotaba frente suya en respuesta a sus movimientos y los gritos desconsolados (muy asustados, también) de la hermana del difunto, así como las disculpas por parte de los buscadores, no iban a distraerle tan fácilmente.

El juego estaba tardando mucho, los enemigos no dejaban de llegar.

Un akuma golpeó la barrera que los protegía y el rubio se llevó las manos a la barbilla en pose pensativa mientras su abversario realizaba su movimiento, muy bien... ¿Qué debería hacer...?

—¡Dame la inocencia! —rugió el ser malvado que intentaba matarlos— ¡¡Abran esta cosa!!

—¡Gyaaaaaaah!

—¡¡No, de ninguna manera!! —chilló la única humana normal entre ellos— ¡¡Nos matarías!! ¡¡¿O no?!!

—¡Por supuesto, zorra!

La vieja se giró con el susto tatuado en el rostro, Howard no perdía de vista los movimientos de aquella mano fantasma. ¡Todo su entrenamiento estaba para ganar aquella feroz batalla!

—¡Ustedes dos! —llamó la doña— ¡¿Podrían acabar con eso de una vez?!

Una pieza más, una pieza menos.

El inspector chasqueó la lengua.

—Por favor, no me distraiga.

Blanco vs negro.

Sus caballeros vs los del difunto.

Todo por una simple cosa, el premio gordo; La inocencia.

La bestia fuera de la barrera empezó a golpear con fuerza, descontrolado mientras rugía insultos dirigidos hacia la exorcista Miranda Lotto, de quien se abrazaban los buscadores. Y por si fuera poco, la alemana estaba empezando a alcanzar su límite.

Al paso que iban morirían, Link se permitió por un momento distraerse y preguntarse el lugar donde estaría el chico al que vigilaba.

Bueno, lo supo más pronto que tarde.

—Estúpida, zorra... —Allen bufó disgustado luego de cortar al akuma— Podrías ser más cortés con una señorita. No, no. Definitivamente deberías serlo. Por Dios, ¿acaso la muerte se ha llevado tus modales?

Con ferocidad, Walker miró una vez más hacia el enemigo y volvió a atravesarlo, esta vez el mutilado ser cayó sobre sus pies y, sólo por un momento, algo dentro de él se removió con inquietud.

Ansías de sangre, sed por muertes...

Sus ojos se nublaron.

—Lamentable akuma... —murmuró— Que tu alma encuentre salvación...

Kanda caminó detrás de él, indiferente a su presencia, Tim pareció preocuparse por él. No culpó a ninguno de los dos, ambos demostraban a su propia manera su preocupación (o la inexistencia de la misma en caso de lindos chicos cara de niña) por su estado mental.

Diez días habían transcurrido.

El cuerpo de Cross había desaparecido. El centro de respuestas a sus dudas...

¿Por qué dolía tanto...?

Timcanpy se restregó en su mejilla, limpiando vagamente las manchas de sangre negra de su rostro y se forzó a sonreír. El gollem debería pasarlo peor que él, toda la Orden debería hacerlo.

Allen sólo era un extraño.

Acarició a su pequeño amigo y escuchó un ligero llamado por parte de Miranda, Bakanda se encontraba amenazando a Link mientras el mismo seguía su juego contra el fantasma. Honestamente, las cosas relacionadas a la inocencia eran de todo, menos inocentes.

Noah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora