Una semana es... Son siete días, ¿no? Domingo, lunes y así hasta el sábado, ¿verdad?
Siete días son... Son siete días, muchas horas y muchos minutos. Allen lo entendía, su tiempo siempre se había dividido en esos siete malditos días, entre sus tutorías durante su estadía con los Kamelot, sus juegos con Jasdevi y el conde; eso sin olvidar su corto tiempo con Tyki los fines de semana y las pocas veces en que Lulu se les unía los domingos para un almuerzo familiar en los vagones de los trenes.
Comidas políticas, viajes en primera clase con su madre adoptiva, viajes en clase turista con su padre adoptivo, misiones secretas dadas por Road y poco más que eso.
Esa había sido su vida durante siete años y entonces... Entonces... ¡¿Por qué demonios siete días habían acabado por convertirse en noventa?! ¡¿Esos no eran tres malditos meses?! ¡¡¿Dónde demonios estaba Road Kamelot?!
Honestamente, no lo negaría, se lo había estado pasando bien hasta ahora. Si bien sus próximas veces viendo a Kanda no fueron tan buenas como imaginó (ya que al final ese sujeto no cambiaría y seguía pidiendo a gritos un guantazo en esa cara de niña suya), pasar tiempo con Julieta era bueno... Aunque aún le costaba un poco el explicarle a Lenalee el porqué de su cambio de nombre cuando Komui siempre estaba cerca.
Era un hermano un poco protector, hay que decirlo.
Y así es como acabamos en el presente, con Walker disfrutando un desayuno en compañía de la joven Lee en una ciudad que parecía rebobinar, en medio de una misión para recuperar una inocencia que quizás estaba ahí, quizá no.
Suspiró luego de entregarle a Lena su dibujo de pena, bien decía Riggs (la tutora de la que Road tanto se quejaba y a la que él tanto detestaba) que sus mejores dotes estaban en algún lado... Sólo tenían que buscar en dónde.
Música, mal. Lengua, mal. Religión, ya había sido acusado de hereje hace mucho. Política, cero de cien.
Las clases seguían y él seguía reprobando.
Volvió a suspirar y Lenalee le miró.
—¿En serio la perdiste?
—Se la tragó la tierra —se encogió de hombros desganado—. Pero no importa, ¿no? ¡He hecho un dibujo, esa es ella!
—Allen, esto es...
—Hermoso, lo sé.
Fue turno de la chica para suspirar, el británico sonrió ligeramente al verla resignada y se sintió un poco mal. No estaba siendo un buen día para ninguno y si ese lugar en serio rebobinaba...
—No importa de todos modos, la buscaremos juntos —se echó hacia atrás mirando el dibujo—. La recuerdas, ¿no? ¿Estás seguro de que el akuma dijo inocencia?
—¡Tan seguro como de que esa señora tiene buen karma! —afirmó con buen humor— Seguirla fue un rollo tremendo, ¡corre muy rápido!
—Algo me dice que la perdiste porque tú también estabas perdido —ante la expresión desconcertada de su rostro, ella rió—. ¡Oh, es una broma! Pero debes admitir que tu orientación es...
—Ya, ya, lo entiendo —bufó llevándose el tenedor a la boca—. ¿Y a ti cómo te fue? ¿Averiguaste algo?
—Sí y no te va a gustar —una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro—. Estamos atrapados aquí dentro.
Allen miró a su alrededor, los pocos clientes del local, Lenalee y él, observó su plato casi vacío y suspiró.
—¿Crees que Jerry quiera venir a hacernos la cena? —aquello pareció desconcertarla— No es que dude de tus habilidades culinarias, Lenalee, me encanta esta nueva vida juntos que me propones, pero le soy fiel a la comida de ese hombr...
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Noah.
Fanfiction¿Qué hubiera sucedido si, en vez de Mana, Allen hubiese sido adoptado por alguien más? ¿Qué sería de él y quién lo hubiera hecho? ¿Qué habría pasado si ese sujeto en cuestión fuera un aliado del conde? ¿Un Noah? ¿Allen seguiría siendo el mismo o est...