23; Eliade.

910 117 53
                                    

Allen aterrizó con elegancia, fue en medio de un cementerio, los escombros le rodearon, Lavi no tardó en darle un cabeza y eso, pero... ¡Pero aterrizó con elegancia!

Su modo zorra se desactivó por el golpe del pelirrojo y besó el suelo, porque su amor por ese bookman había sido falso y tenía el corazón roto.

Oh, la estupidez.

—Después dicen que los vampiros no tienen educación —se sacudió el polvo y al idiota de encima con una mueca—. Aunque es raro, ¿no? Jamás habría imaginado que los...

—¿Que los secaría y enterraría los cuerpos? —el albino asintió— Oh, ni siquiera me planteé la posibilidad de que los vampiros existieran.

—¡Dile eso al ajo con el que te rodeaste cuando Krory me mordió! —el otro sonrió culpable— ¡¿Y qué demonios fue eso allá dentro con esa mujer?!

—¿Sigues celoso?

—¡Vinimos a trabajar, idiota!

—Oh, Allen, eres todo un niño —aunque la diferencia de edades no era muy marcada—. Cuando el amor toca la puerta, hay que abrir.

—No cuando estamos en medio de una misión con un vampiro REAL.

—No es tan real.

—¡Según mis ojos, sí!

Lavi rodó los ojos y ambos se acercaron para comprobar el número de tumbas del improvisado cementerio, efectivamente estaban todos los ladeanos que Arystar Krory se había llevado (exceptuando aquel que Eliade había lanzado a las flores asesinas, obvio).

—Esto cambia mi manera de ver el mundo —el pelirrojo unió sus manos en señal de respeto y rezó por la paz de las almas perdidas—. Me haré fanático de los vampiros desde ahora, rezaré todas las noches al dios Drácula todopoderoso por el bienestar de los murciélagos del mundo.

Walker le miró desconcertado, ¿qué demonios había dicho ese tuerto? Estaba más loco que aquellos que le habían llamado satánico toda su vida... Y ellos que estaban locos.

—Más allá de tu nueva religión —se cruzó de brazos—. ¿No hay algo raro en todo esto?

—¿Además de que estamos a solas en un cementerio hablando de románticas cosas como si nada?

—Además.

—Pues...

Lavi pareció pensarlo y Allen se giró para volver a inspeccionar todo en busca de aquello que sentía mal, destrozó una tumba.

—¡Oh, querido, eso está tan...!

—Lavi, ven a ver.

El pelirrojo se acercó curioso y ambos contemplaron los pentáculos en la tierra, poco después acabaron de desenterrar los ataúdes y comprobar que... Quizás habían hecho algo malo.

—Dilo.

—Tenemos que hacer algo con esto.

—Bien, Lavi —Walker se distrajo un momento—. Ahora dilo como si en verdad sintieras que debes hacer... ¡Cuidado!

—¿Qué...?

Y un furioso Krory les atacó. Mamma mía, que problemáticos son los portadores de la inocencia.

Lavi desapareció, posiblemente asfixiándose entre los escombros y el impacto del ataque de aquel pseudovampiro y Allen intentó razonar mientas se defendía.

—¡¿Cómo estás tan seguro de ser un vampiro?!

—¡Sólo estás asustado por ver morir a tu amigo!

Noah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora