Noah.

75; Donde "Allen" comenzó...

Allen Walker.

La tensión era palpable, nuevamente el Conde había sido confinado entre las paredes de su habitación y esta vez Road no estaba para hacerle compañía. LuluBell finalmente había regresado, sin embargo se mantenía ocupada leyendo algunos documentos que Sheryl se encargó de preparar para ella.

Había que ponerla al día, sus idas y venidas finalmente habían terminado.

Tyki suspiró.

—¿En qué piensas?

Se encogió de hombros, Wisely se ubicó frente a él y ni siquiera se dignó a mirarle, estaba centrado en el nombre trazado en aquel pequeño botón. Ahora que lo pensaba, ¿cuándo había sido la última vez que vio a Eaze y los chicos? Desde que todo el asunto de Allen comenzó no tenía tiempo para pensar en nada más.

¿Estarían bien?

El mundo pronto acabaría.

Quizá ya no era tan importante...

—Sólo cosas... —su mano se cerró en un puño y guardó aquel amargo recuerdo en uno de sus bolsillos— ¿Y bien? ¿Qué necesitas de mí, cerebrito?

El chico sonrió.

—He venido a verte, supuse que estarías deprimido porque tu hijo no te quiere.

—Si solo es eso puedes irte —rodó los ojos mientras se ponía cómodo, Wisely se inclinó ligeramente hacia él—. Los sentimientos de Allen son algo que no puedo malinterpretar, siempre sé en qué está pensando.

—¿Es así?

—Puedes estar seguro de ello —bufó entrelazando sus dedos con elegancia sobre la mesa entre ellos—. ¿No eres tú quien lee las mentes de todos sin nuestro consentimiento? Ya deberías saber que yo...

—Dejando eso de lado, hay algo más importante —y eso era de suponer, Joyd no era tonto, por Dios—. ¿Cómo está él...?

—Bien.

—Hablo en serio.

Suspiró.

El comedor del arca se encontraba vacía, sólo ellos dos y un par de akumas ocupaban aquella zona. Los demás deberían estar repartidos por el lugar, no había peligro en tratar temas como ese, por lo menos no con Wisely, sin embargo las acciones de Jasdevi eran impredecibles y jamás podría saberse lo que podría filtrarse y llegar a oídos del Conde Milenario.

Era un secreto lo que pasó entre ellos, Bookman y su nuevo sucesor.

Negó.

—Está... Estable —dudó un momento, recordando la grotesca imagen de aquel muchacho—, sinceramente no entiendo qué estás planeando, Wis...

—Es sólo un favor —torció el gesto, ligeramente preocupado—. Gracias por ayudarme, Joyd...

—Mi nombre es Tyki —rodó los ojos cansado—. No necesitas agradecer nada, ese chico es importante para mi hijo así que...

—El hecho de que sea importante para él es lo que me hizo dudar a la hora de pedirte ayuda, los amigos del decimocuarto no te gustan ni un poquito —se mofó—. Menudo padre más celoso estás hecho.

—Su nombre es... Bueno, no importa —decidió ignorar la sonrisa burlona del molesto chico—. Mi problema es con el otro, sus amigos no me desagradan del todo, hay una linda señorita entre ellos...

—¿Lenalee Lee?

—Deja eso, en serio —bufó exasperado—. No vas a gustarle a nadie si sigues metiéndote en sus cabezas.