76; Pequeño tormento.

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Se había roto.

¡Se había roto y Allen había desaparecido!

¡¡Se había roto, Allen había desaparecido y Kanda se fue con él!!

Sí.

Aquello no pintaba nada bien.

Tiedoll le miró de reojo mientras seguían su camino a la ciudad más cercana, el lugar donde Froi dejaría al chamuscado Johnny para que escapase. Al chico se le escapaba la histeria por los poros, no era para menos, la verdad, pero Kanda estaba con Allen.

A lo mucho se mataban entre ellos.

¿No era eso más favorable que ser encontrados por la Orden y sometidos a una sentencia severa por parte del Vaticano?

Yuu-chan era un niño bueno.

—¿No tienes una manera de saber dónde están?

—La única respuesta que tengo a todo esto —suspiró intentando calmar su ansiedad, se aferró al frasco con los restos de Tim—, es que Allen está mucho más lejos de lo que podría esperar. Hay un límite en la resistencia de las esposas, ha sido roto así que...

—¿Necesitarás ayuda?

El chico lo miró, ligeramente sorprendido, ligeramente desconfiado.

Negó.

—No puedo aceptar su ayuda, general —parpadeó regresando la mirada al camino—. Lo mejor sería que nos separemos cuanto antes, usted debe regresar a Central y yo debo buscar a Allen por mi cuenta. ¡Sé que Kanda no va a matarlo...!

—¿Estás seguro?

—Quiero creer eso... —bajó la cabeza, ligeramente desconfiado— Como sea, general, me lo he estado preguntando, pero... ¿Por qué nos ayuda?

—Por mi lindo aprendiz.

—Ahora, en serio —lo miró escéptico, Froi sonrió relajado—. ¿La razón es...?

—Un secreto familiar —se encogió de hombros sin darle mucha importancia—, lo siento. No puedo decirte o me matarán.

Gill sólo lo observó.

Claramente no le creía, sin embargo, no cuestionaría más. No cuando ni siquiera Allen podía confiarle sus secretos. ¿En serio era una persona tan poco confiable? ¿De verdad era tan difícil decirle las cosas? Simplemente... A Johnny le gustaría ser un poco más como cualquiera de ellos.

Tener la confianza de Lavi, lo testarudo de Lenalee, la obstinación de Kanda o la personalidad de Walker... Cualquiera de los atributos de esos chicos es lo que le gustaría, si tan solo...

Pronto llegaron a un pequeño pueblo, Johnny bajó del carruaje sin decir nada más que un "gracias" y se dispuso a alejarse para iniciar su nueva búsqueda, fue entonces que, mientras se preparaba para retomar su camino, Tiedoll habló.

—Si buscarás a Allen Walker, sólo hay un lugar al que pudo haber ido —anunció sin titubeos—, quizá no esté allí todavía, pero tarde o temprano llegará.

—¿General...?

—Busca a un chico —sonrió amablemente mientras comenzaba a alejarse—. ¡Su nombre es Narein, dile que Cross le manda saludos!

Frunció el ceño.

¿Narein? ¿Cross?

¿El general Cross Marian?

Sinceramente, estaba confundido...



Noah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora