Capitulo 5 - Regalo.

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[Uno de enero. Dos de la tarde.]

La luz que entraba agresivamente por la ventana, evitaba que Layla pudiera abrir los ojos. Se sentó en la cama tapándose los ojos con los extremos de la manga del sweater. Se paró cerro la ventana y pudo abrir sus ojos.

Se dio un baño y se puso un jean con una blusa negra y un chaleco de mezclilla.

Bajó y no había nadie. Tostó dos panes integrales, les hecho mermelada de fresa, se sirvió un vaso de leche y comenzó a comer.

Minutos después se abrió la puerta principal y entraron Antonia, Paula y Francisco con cajas de regalos. Paula traía un cachorro.

-Mira, es tuyo –Dijo dándome al cachorro.

-Muchas gracias abuela –Dijo Layla, tomó al cachorro y se fue al jardín.

Layla estaba completamente feliz, nunca había tenido una mascota.

-Snoopy –Gritaba.

-¿Quién es Snoopy? –Preguntó Paula, cuando salía al jardín.

-El cachorro –Contestó Layla.

-¿Te gustó?

-¡Claro abuela! –Dijo Layla sonriendo.

-Lo compramos entre los tres.

-Gracias.

Layla pasó toda la tarde jugando. Cuando se cansó subió al cuarto, tiró una blusa de ella y acostó ahí al cachorro. Y ella se dejó a caer en la cama, cansada y se quedó dormida.

[Guadalajara México. Ocho de enero, dos mil ocho. Tres de la tarde]

-Layla ¿Estas lista? –Preguntó Paula.

-Sí, espera, iré por los papeles –Dijo Layla mientras subía corriendo las escaleras.

Bajó con unos papeles en las manos y salieron de la casa. Tomaron un taxi. Este se detuvo en frente de una escuela.

Entraron a la escuela y se dirigieron a la dirección.

-Disculpe, vengo a escribir a mi nieta –Dijo Paula.

-¿Trae la papelería necesaria? –Preguntó una señora regordeta, que estaba en un escritorio atendiendo.

-Sí. –Dijo Paula entregándole los papeles.

-Sólo faltaría asignarle un aula –Dijo la señora, tecleando algo en una computadora - ¡Listo! Puede empezar mañana las clases y estará en el salón de 6B.

-Ok, muchas gracias. –Dijo Paula-El uniforme es…

-No, no tienen uniforme.

-Gracias.

Salieron de la dirección y Layla vio un rostro conocido que caminaba hacia un baño.

-¡Regina! ¡Regina! –Gritaba.

-¿Layla? –Preguntó Regina -¿Qué haces aquí?

-Me acaban de inscribir –Dijo Layla emocionada.

-¡Genial! ¿En qué aula estarás?

-6B.

-Yo estoy en ese –Dijo Regina emocionada.

-¿Enserio?

-¡Sí! ¿Cuándo empiezas las clases? –Preguntó Regina.

-Mañana –Contestó Layla.

-¡Genial! Nos vemos aquí.

-Sí. Adiós me tengo que ir.

-Adiós.

Llegaron a la casa, y Layla estaba completamente feliz. Se dio un baño, tomó a su cachorro, le puso una correa y se salió a pasearlo a un parque que estaba cerca.

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