– ¿Suertudo? ¿De tenerte a ti? Sí.
Layla se sonrojó, pero para pasar desapercibida, comenzó a reírse sin parar. Jahir la miró percatándose de lo que –según él – pasaba. Layla paró de reírse y lo miró.
– ¡Eres tan cursi! –El revoleó los ojos y siguieron con su caminata que minutos más tarde los llevaría a casa de Paula.
Una vez que estaban a punto de entrar, Jahir recibió una llamada.
– ¿Bueno? –Contestó – ¿Qué pasa?... ¿Cómo?... ¡Es un imbécil!... ¡Yo lo mato!
Terminó con la llamada, y furioso se decidió a irse.
– ¿Qué pasa? –Preguntó Layla, pero no obtuvo respuesta, ya que Jahir salió disparado.
Eso le causó a Layla un poco de preocupación, algo que se fue unos instantes después, ya que había entrado a la casa, y Antonia, Paula y Dagna, la esperaban sentadas en unos de los sillones de la sala de estar.
– ¿Qué pasa? –preguntó Layla.
–Tenemos que hablar –Dijo Antonia –. No se había presentado la ocasión para hablar sobre este tema, y hoy es cuando.
Layla las miró deseosa de saber lo que estaban por decir. Se sentó en uno de los sillones, su impaciencia le ganó así que dijo:
– ¡Hablen ya!
–Bueno... hace días nos hablaste sobre que querías que todo fuera "normal" –comenzó a decir Antonia –. Tienes toda la razón y...
– ¡Ah! Eso ya lo sabía...
–...y lo aplicaremos.
–Ok. Gracias.
–No tienes porque agradecernos.
–Ahora, me voy. Tengo que averiguar porque Jahir se fue disparado, después de haber recibido una llamada.
–Te acompaño –sugirió Dagna. Layla asintió y juntas salieron en busca de Jahir.
Layla sacó su celular, marcó unos números, para después llevárselo a la oreja.
– ¿Dónde estás? –Preguntó al instante cuando Jahir le contestó – ¿El hospital?... ¿Voy para allá?... Ok.
Terminó con la llamada y Dagna la miró deseosa de saber lo que sucedía.
–Vamos al hospital, parece ser que Catalina está ahí a punto de morir, por motivo de que el estúpido de Jorge le dio de nuevo unos golpes –Dijo Layla.
– ¿Qué? –Preguntó Dagna sorprendida – ¡Imbécil!
Se dirigieron hasta el hospital como balas. Llegaron y vieron a un chico que caminaba de un lado a otro. Ese era Axel.
– ¿Por qué no estás en la sala de espera? –Preguntó Layla al llegar.
–No lo sé, le temo a la respuesta del doctor. Catalina se veía muy mal –Contestó y sin parar de caminar, miró a Layla con angustia.
–Vamos –Dijo Layla apoyándolo.
–Ok. Pero... ¿Y si la respuesta es mala?
–No lo será. Ya vamos.
Caminaron por los pasillos del hospital, hasta llegar a la sala de espera, un ambiente totalmente triste y preocupante. Layla se acercó inmediatamente a Jahir, quien con su cabeza apoyado en su brazo, estaba sentado con su mirada perdida.
– ¿No han dicho nada? –Preguntó Layla haciendo sonar su voz consoladora.
–No. Solo que le cerrarán unas heridas cerca de las costillas –Contestó Jahir mirando a la chica.
Layla intentó sonreírle para así consolarlo, pero le fue imposible. Jahir apoyó su cabeza en el hombro de Layla y ella solo se quedó con él, en silencio, a esperar la respuesta de los médicos.
Media hora después...
–Salió del peligro –Dijo el doctor quien acababa de entrar a la sala de espera - no tienen nada de qué preocuparse –Todos suspiraron de alivio –. ¿Los papás de la chica?
–No vinieron –Dijo Otto – Para ellos es más importante su trabajo.
–¡Que lastima! –Exclamó el doctor – Bueno, necesito que uno de ustedes se haga cargo de la cuenta.
Jahir se puso de pie y siguió al doctor. Layla lo miró desconcertada, ya que –como había dicho su mamá– necesitaba dinero.
Jahir salió disparado para su casa, para que después volviera al hospital y pagar la cantidad necesaria.
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Positive vibe...
Teen FictionLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...