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Capitulo 72 - ¡Para!

Layla miraba a toda la gente, cuando su mirada se detuvo en un chico. Ella sonrió y camino hacia él, seguida de Jorge.

– ¿Qué haces aquí? –Preguntó. Jahir la miró.

–Vine con mis amigos –Dijo señalando a los chicos que lo rodeaban –. Chicos, ella es Layla.

– ¡Vaya! ¡Al fin te conocemos! –Dijo uno de ellos.

– ¿Y eso? –Preguntó Layla.

–Jahir no para de hablar de ti –Dijo el chico.

–Ya basta, chicos. ¿Con quién vienes? –Preguntó Jahir –. Ah! Ya veo. Hola Jorge.

Jorge fingió una sonrisa y después miró hacia otro lado molesto.

– ¡Da igual! Layla, el es Axel –Dijo Jahir señalando al chico que había hablado anteriormente. Este era alto, de tez morena, cabello negro azabache, ojos cafés obscuros, una sonrisa de una hilera de dientes derechos y blancos–. El es Will –Esta vez señaló a un chico robusto, alto, de tez blanca, con unos ojos cafés claros, su cabello era rojizo, y a juzgar por su sonrisa tímida, se podía decir que siempre estaba nervioso –. El es Elmer –Un chico no tan alto como los demás, levantó su mano y sonrió, dejando ver unos dientes muy bien cuidados. Su cabello era café obscuro, al igual que sus ojos y tez a perlada –. Y este último, es Otto –El chico se acercó, así parecía más alto. Su cabello era rubio, sus ojos eran verdes, de tez blanca y un cuerpo muy bien trabajado. Otto le dio un beso en la mejilla a Layla, y Jahir lo retiró.

–Mucho gusto –Dijo Layla sonriéndoles y mirándolos nerviosa –. Y… él es Jorge.

Todos rieron, este ni siquiera los miró.

–Vamos a bailar –Dijo Jahir, acercándose a Layla, ya que la música era muy alta y no se alcanzaba a escuchar nada.

–No sé bailar –Repuso Layla.

– ¿Qué? ¿Es enserio? –Preguntó Jahir desconcertado –. Vamos, yo te enseño.

–No, es que… vine con Jorge.

–Ok. Te veo en un rato –Dijo Jahir, para después desaparecer entre la multitud con sus amigos.

Jorge tomó de la muñeca a Layla, subieron al segundo piso y la dirigió a un lindo balcón. Este estaba muy bien iluminado y dejaba ver a la gente que apenas entraba a la fiesta. La música dejaba escuchar perfectamente lo que Layla estaba por decir.

–Te veías molesto.

–No, es solo que no me caen bien los amigos de tu noviecito –Dijo.

– ¿Por qué? A mí me parecieron buena onda –Dijo Layla.

–Ah! No los conoces. ¿Supiste lo que le hicieron a la profesora de Historia? –Preguntó Jorge de mala gana.

–No, solo que suspendieron a Jahir por eso.

–No solo a Jahir, a todos. –Dijo Jorge –. Ellos hacían el aseo en el aula, la profesora había salido y dejó su caldo de verduras en el escritorio. A Jahir se le pasó por la cabeza echarle la basura que iban recogiendo y al instante les dijo que lo hicieran. Sus amigos, como los perritos que son para Jahir, le hicieron caso y este comenzó a tomar la basura con sus manos, cuando estaba a punto de echarla, la maestra los descubrió. Los alumnos que sobrábamos en el salón observábamos y Axel, su amigo, ya le había echado mucha basura. Y así fue como los suspendieron.

Layla se echó a reír y Jorge la miró desconcertado.

– ¡Relájate! –Exclamó Layla –. Solo fue una bromita. Hasta parece como si la profesora te atrajera.