Salieron del hospital, Layla iba apoyada del brazo de Jahir, tomaron un taxi y regresaron a casa de Paula.
– ¿Cuánto te durará esto? –Preguntó Jahir sentado en la orilla de la cama de Layla
–Una hora más –contestó Layla - ¿Qué harás el resto del día?
–A la una, iré al lago –contestó Jahir - ¿Vamos?
–Está bien.
Se adentraban en el bosque, mientras, buscaban el lago. Jahir y Layla se detuvieron, gracias a que se había escuchado romper una rama a lo lejos. Comenzaron a mirar hacia todos los lados. Cuando dos hombres altos y corpulentos aparecieron.
– ¡Vaya! Teníamos mucho que no los veíamos por aquí –Dijo un hombre, mientras el otro se ponía atrás de los dos chicos ya asustados, para que no huyeran - ¿Por qué no nos acompañan?
– ¿A dónde? –Preguntó Layla.
–A nuestro camp –contestó el otro hombre acercándose y respirándole en la oreja.
–Aléjese de ella –dijo Jahir.
Los dos hombres lo miraron curiosos.
–Tranquilo, no le haremos nada –dijo el primer hombre.
– ¿Y cómo saberlo? –Preguntó Layla valientemente.
Los hombres no le contestaron, pero se rieron de ella.
– ¿Qué quieren? –Preguntó Jahir.
–Nada, solo divertirnos. –contestó un hombre.
– ¿Y cómo piensan divertirse? –Preguntó Jahir.
–Asustando a un par de niñitos –contestó el hombre, mientras los dos corpulentos se reían.
– ¿Se supone que nos deberíamos de reír? –Preguntó Layla.
Uno de los hombres asintió. Layla y Jahir fingieron reírse.
–Ah! Están bravos –Dijo uno de los hombres – Vámonos.
Se alejaron, Layla y Jahir suspiraron de alivio. Se miraron y comenzaron a reírse.
– ¿Te asustaste? –Preguntó la chica, sentada en la orilla del lago.
–Sí, apuesto a que tu también –Dijo Jahir, Layla asintió mientras reía – Es impresionante que ayer todavía lloraba, no sonreía y ahora este aquí, riéndome contigo –Volteó a ver a Layla a los ojos – Gracias.
–No es nada – dijo Layla mirando al lago, mientras se acomodaba su gorro invernal.
– ¿Por qué siempre lo usas? –Preguntó Jahir curioso.
–Porque la primer quimioterapia, hiso que se me cayera el cabello –contestó Layla, tímidamente.
– ¿Y eso qué? –Preguntó Jahir, Layla se encogió de hombros – quítatelo.
Layla se quitó su gorrito, dejando ver un cabello que apenas crecía.
–Te ves hermosa.
–Mentiroso.
–Es verdad, me gusta.
Layla sonrió. Jahir se acercó y tomó la mano de Layla, siguió acercándose hasta quedar a solo un centímetro de distancia, de la cara de Layla.
–Me gustas –Dijo él, ella sonrió.
Chocaron sus labios y los movieron lentamente. Layla deshizo el beso, miró a Jahir y sonrió. Jahir rodeo el cuello de Layla con su brazo, y la chica recargo la cabeza en el hombro de él.
Comenzaba a hacer más frío. Los dos se pusieron de pie y comenzaron a caminar para salir del bosque. Jahir tomó la mano de Layla, la miró y sonrió sin enseñar los dientes.
Caminaron hacia la casa de Paula. Comenzaba a obscurecer y parecía que esa noche habría otra tormenta. Decidieron que Jahir no acompañaría a la chica hasta su casa, ya que podía alcanzarlo la lluvia. Acompaño a la chica hasta el parque, ella le dio un beso en la mejilla y cada quien se fue a su casa.
Layla entró a su cuarto. Ahí estaba Regina con Roberto, sentados en el piso, platicando.
– ¿Dónde andabas? –Preguntó Regina – Desde ayer en la prepa, no te he visto.
–Estaba con Jahir –contestó Layla.
– ¿Y? ¿Qué te dijo? ¿Qué pasó? –Preguntó Roberto.
–Bueno, lo único que les puedo decir es que su papá falleció, y el terminó con Eleanor.
– ¿Qué? –Preguntaron sus amigos sorprendidos - ¿Cuándo pasó todo eso?
–Hace un mes –contestó Layla.
–No lo puedo creer, pobre –Dijo Regina.
–Sí, ha de haber sido muy difícil para el –Dijo Roberto.
–Bueno, lo estoy ayudando a superarlo y espero que no le hagan preguntas sobre esto – Dijo Layla - ¿ok?
Sus amigos asintieron.

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Positive vibe...
Teen FictionLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...