-¿Y? ¿Vas a ir? -Le preguntó Layla a su amigo, mientras se dirigían a sus clases.
-Sí, fue difícil convencerla pero al final, aceptó -Contestó Roberto.
-¡Me alegro! -Dijo Layla, suspirando de alivio.
Entraron a sus clases. Una hora después...
-Chicos, sé que les había dicho que saldríamos mañana temprano -Dijo el maestro - Pero hay un ligero cambio de planes, saldremos hoy a las cuatro de la tarde, a puerto Vallarta.
-¿Hoy? ¿A las cuatro? -Preguntaban algunos alumnos.
-Espero que tengan tiempo para arreglar las cosas que se llevarán -Dijo el maestro.
En la salida, Layla se había apurado en salir, ahora esperaba a sus amigos afuera.
-Roberto -Dijo al ver que el chico se acercaba - no se te olvide, a las cuatro.
-No Layla, aquí estaré -Dijo Roberto.
-Ok, te espero en la esquina -Dijo Regina adelantándose.
-Sí, voy, solo quiero hablar con Jorge -dijo Layla.
Regina dobló la esquina, y alguien la tomó por detrás, tapándole la boca.
-¿Creías que te librarías de mi? -Le preguntó.
-¿De qué habla? ¿Quién es?
-Soy tu papá, Pablo -Contestó el hombre.
-¡Suéltame! ¿Ahora qué quieres? -Preguntó Regina enojada.
-Está bien, te suelto, pero con una condición -Dijo él.
-¿Cuál?
-Regresa a la casa, así de simple.
-¿Estás bromeando? NUNCA, óyeme bien, NUNCA regresaré contigo a esa casa -Dijo Regina.
Pablo la soltó bruscamente.
-Tarde o temprano regresarás -Dijo.
-¿Para qué? ¿Para qué demuestres lo imbécil que llegas a hacer cuando no se hace lo que tú quieres?
Pablo le dio una mirada amenazante, para después irse. Después de unos minutos, Layla llegó.
-¿Pasa algo? -Preguntó - Te ves un poco asustada.
-No, no es nada -Dijo Regina - Ahora vamos por las cosas que nos llevaremos.
-¿Segura? Te conozco y sé que tienes algo.
-Muy segura.
-Ah! bueno te voy a creer.
Subieron al autobús y se dirigieron hacia su casa.
-¿Para que la quieres aquí? -Preguntó Ernest.
-No lo sé -contestó Pablo, dándole un sorbo a su cerveza.
-¿Para qué vas a querer de una mujer? Te ves bien así, solo
-Es mi hija, ¿lo entiendes? MI HIJA.
-Jaja, ¡no me hagas reír! –Dijo Ernest, fingiendo su risa - ¿Cuándo te ha importado?
-Siempre –Contestó Pablo – Siempre he querido lo mejor para ella.
Llegaron a la casa, y se dirigieron rápidamente al cuarto. Layla sacó una pequeña maleta que estaba debajo de la cama, con la cual se vino la caja que tenía los recuerdos de sus amigos.
-¿Qué es eso? –Preguntó Regina.
-Ah! Son cosas que guardé, recuerdos de mis amigos de Alemania –Contestó Layla.
-Los quiero ver.
Layla destapó la caja, dejando ver cosas que a simple vista eran insignificantes, pero tenían un gran valor para ella.
-¡Cuantas fotos! –Dijo Regina.
-Sí, carteles, pulseras –Dijo Layla sachando las cosas.
-¿Y porque no pegas las fotos en la pared?
-No lo sé, esto es el pasado –Contestó Layla.
-¿Y eso qué? Te vendría bien recordarlos a ellos.
-Está bien, pero ayúdame.
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Positive vibe...
Teen FictionLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...