Layla despertó, Jahir preparaba el desayuno y Helena ya se había ido a trabajar.
– ¿Cómo me quedé dormida? –Preguntó la chica confundida.
–Ah! Te recargaste en mi hombro, después caíste en mi pecho y te quedaste dormida –Contestó Jahir – Y no me podía ir a mi habitación, así que tuve que dormirme contigo.
–Perdón –Dijo Layla.
–No, no hay problema, no pesas mucho –Dijo Jahir.
– ¿Dormí encima de ti? –Preguntó la chica sorprendida.
–Prácticamente.
Jahir dejó en la mesa dos platos, que contenían Hotcakes, y dos vasos de chocolate caliente.
– ¿Qué hora es? –Preguntó Layla.
–Nueve de la mañana –contestó Jahir.
– ¿No fuiste a la prepa? –Preguntó Layla sorprendida.
–No alcancé, me desperté a las ocho –contestó Jahir sentándose, y peinándose su cabello, ya que se había bañado, para después comenzar a desayunar, Layla lo observaba - ¿No piensas desayunar?
Habían terminado de desayunar, estaban doblando las sabanas, cuando llamaron a la puerta. Jahir abrió y Antonia se asomó sonriendo.
–Hola –Dijo – ¿Y Layla?
–Hey! Te hablan –Dijo Jahir.
–Ah! Mamá –Dijo Layla. Tomó su mochila y salió de la cálida casa – Me voy.
– ¿Piensas que no te acompañaré a tu quimioterapia? –Preguntó Jahir tomando unas llaves, para después cerrar la puerta y subir al taxi junto a Antonia y Layla.
Llegaron a la casa de Paula, Antonia se fue a trabajar, Layla y Jahir se metieron en la casa. Por fortuna, estaba sola.
–Espera aquí –Dijo Layla.
– ¿Y si llega Paula? –Preguntó Jahir.
–Cierto, mejor espera en mi cuarto –Dijo Layla.
Subieron corriendo las escaleras, Jahir se sentó en la cama en la cual dormía Regina. Layla tomó un cambio de ropa y se metió al baño.
Minutos después salió, bajaron las escaleras y ahí se encontraba Paula.
– ¿Qué hacían arriba solos? –Preguntó seria.
–Hola Abuela, estoy bien y voy al hospital –Dijo Layla – Y no hacíamos nada, me estaba dando un baño.
–Buenos días señora –Dijo Jahir, para después salir acompañado de Layla. -¿Sigue de estricta?
–Sí, nunca se le quitará –Contestó Layla.
Subieron a un taxi y se dirigieron al hospital.
– ¡Señorita Layla! –Dijo la recepcionista al ver que Layla entraba al hospital - ¡Que sorpresa! Vienes a quimioterapia ¿Verdad?
–Hola Sandra, sí, vengo a quimio.
–Pasa, llegas tarde, el doctor te está esperando. –Dijo la recepcionista – el cuarto de siempre.
Layla asintió.
–… ¿Le dolerá? –Preguntaba Jahir.
–Sí –contestó el doctor.
–Pero, estoy acostumbrada –Dijo Layla – Recuerda que ya he tenido Leucemia.
Se recostó en la cama y el doctor preparó la inyección.
– ¿Estas nerviosa? –Preguntó Jahir.
–Me estas tensando, con tanta pregunta –Dijo Layla.
–No, tienes que estar relajada –Dijo el doctor, para después mirar a Jahir.
–Lo siento –Dijo él.
El doctor inyectó la quimioterapia y Layla hiso una mueca de dolor.
–Sabes que el dolor calmará –Dijo el doctor tratando de relajarla –Dos horas – indicó, para después salir del cuarto.
Jahir la miraba con curiosidad, deseoso de preguntar cómo se sentía.
–Anda pregunta –Dijo Layla.
– ¿Cómo se siente? –Preguntó Jahir acercándose.
–Como si se me quemaran las venas –contestó Layla – como si el mundo diera vueltas y como si no hubiera dormido en quinientos días.
– ¿Tanto así?-Preguntó Jahir.
–Sí –dijo Layla, para después cerrar sus ojos.
– ¿Te vas a dormir?
–No, pero estaré aquí por dos horas.
–Me quedo –Dijo Jahir.
Layla no cumplió lo dicho, ya que se quedó dormida. Jahir conectó los auriculares al celular, y se colocó uno en cada oreja. Cerró los ojos y sonrió.
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Positive vibe...
Teen FictionLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...