-¿Disculpa? –Preguntó Jahir – Muchachita, usted no me conoce.
-Deja de hablar así –Dijo Layla.
-¿Quieres que me meta al lago? –Preguntó Jahir.
-No, si tú quieres – contestó Layla, mientras se comenzaba a alejar, nadando.
-Hey! ¿A dónde vas? –Preguntó Jahir.
-¡Tranquilo! Solo quiero nadar.
-Ok. No te alejes.
-Jaja, ¿Y quién eres tú?-Preguntó Layla.
-Jahir –Contestó - ¿Por qué eres así?
-¿Cómo? –Preguntó Layla confundida.
-No sé, te cierras a ti misma, no hablas de tus problemas –Contestó Jahir.
-Oye, no te conozco. –Dijo Layla - ¿Cómo te voy a hablar de mis problemas?
-No sé, solo relájate y habla.
Layla se quedó pensando un momento.
-¿En verdad quieres saberlos? –Preguntó.
-No tendría ningún problema en escucharlos, si tú me los quieres contar –Contestó Jahir.
-Está bien, no escucharás nada –Dijo Layla.
-Eres muy cruel.
-¡Gracias! a una persona le gusta escuchar que le digan eso –Dijo Layla sarcásticamente.
-No fue nada.
-Y bien ¿Tú como estas? –Preguntó Layla.
-Bien… no tengo problemas –Contestó Jahir.
Layla salió del lago, tropezó con una rama, cayendo en la tierra.
-¡Vaya! Ahora estoy repleta de lodo –Dijo Layla.
-Jaja, realmente eres graciosa –Dijo Jahir, burlándose de Layla.
-Ahora soy yo quien piensa que no es gracioso –Dijo Layla.
-Lo siento. –Dijo Jahir - ¿Por qué no te metes de nuevo al lago?
-¿Para qué? –Preguntó Layla.
-Para que se te quite el lodo.
-Está bien.
Se volvió a meter al lago, se remojó bien y volvió a salir.
-¿Nos vamos? –Preguntó Jahir.
-Sí, tenemos que buscar la salida. –Contestó Layla.
-Sí, pero la niña quería conocer el bosque, y por su culpa nos perdimos –Dijo Jahir burlón.
-Calla.
Caminaron y comenzaron a buscar por donde salir. Layla se comenzaba a desesperar, Jahir solo miraba para todos lados.
-¿Recuerdas haber pasado por aquí? –Preguntó Layla.
-No –Contestó Jahir.
Comenzaba a oscurecer y ellos todavía no salían. Ya ni siquiera hablaban, solo querían encontrar la salida. Tenían horas caminando.
-Se va a hacer noche ¿Qué hora es? –Preguntó Jahir.
-Siete y media de la tarde –Contestó Layla, viendo su celular – Tengo seis llamadas perdidas.
-¡Vaya! Tu novio no te deja en paz –Dijo Jahir.
-No tengo novio.
-Ah! Bueno y ¿De quién son?
-Mi madre. Se preocupa demasiado.
-Tiene derecho –Dijo Jahir.
-Jahir, no me siento bien –Dijo Layla después de veinte minutos.
-Ni yo, estoy desesperado –Dijo Jahir.
-No, en verdad, no me siento bien –Dijo Layla, se dio media vuelta y vomitó.
-Layla ¿Qué tienes? –Preguntó Jahir asustado –tu nariz está sangrando.
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Positive vibe...
Teen FictionLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...