[Domingo, catorce de agosto. Ocho de la noche. Hospital]
Bajaron del tren, y Pablo las esperaba en la puerta de la estación. Iban en el taxi y…
-Layla ¿Le dirás a tu mamá lo que te dijo el doctor? –Preguntó Regina.
-¡Solo es baja presión! –Dijo Layla.
-¿Solo? Layla, puede llegar a ser grave, si no la atiendes –Dijo Regina – Además, tu mamá se tiene que enterar.
-Pues si, si le diré –Dijo Layla.
El taxi se detuvo en frente de la casa de Layla.
-Gracias –Dijo Layla al bajar del taxi.
Entró a su casa, ahí estaban todos.
-Hola hija, ¿Cómo te fue? –Preguntó Antonia.
-Mamá, ¿Podemos hablar? –Preguntó Layla.
-Si hija –Contestó Antonia extrañada.
Layla subió corriendo las escaleras y se sentó en la cama.
-¿Qué pasa? –Preguntó Antonia, mientras entraba al cuarto.
-Mamá, volvió a pasar, mi nariz sangró, me marié y todo eso –Contestó Layla – Un doctor fue y dijo que tengo baja presión.
-Layla, es porque a veces no comes nada – Dijo Antonia - ¿Quieres que vayamos al doctor?
-No mamá, estoy bien, solo necesito consumir algo dulce –Contestó Layla – Ya es todo.
-Ok. Descanza.
[Lunes, quince de agosto. Siete de la mañana]
-Hola Layla – se acercó.
-Ah! Hola –Dijo Layla fríamente.
-¿Ya te quedó claro que no te voy a molestar? –Preguntó.
-Jorge… haz lo que quieras –Dijo Layla.
-¿Qué haga lo que quiera? –Preguntó el chico.
-Sí.
Jorge la tomó por la cintura y la pegó a su cuerpo, para después besarla. Layla lo separó de un empujón y le dio una bofetada.
-¿Qué te pasa? –Preguntó ella enojada – Imbécil.
-Disculpame, pero dijiste “Haz lo que quieras” –Dijo Jorge – Y lo hice.
-Eso no te da derecho a besarme –Dijo Layla enojada – Alejate de mi.
-Esta bien princesa.
-¡Que no me digas así! –Dijo Layla.
-¿Qué pasa? –Preguntó Jahir, ya cuando Jorge se había ido.
-Nada.
-¿Te besó? Lo vi-Dijo Jahir.
-Sí, es un imbécil –Dijo Layla – Solo porque le dije “Haz lo que quieras” se sintio con el derecho.
-Para que a la otra, no digas eso –Dijo Jahir burlón.
-No te burles, que esto fue asqueroso –Dijo Layla, pasándose el extremo de la manga del sueter, por los labios.
-Hey! Tranquila, estas muy alterada –Dijo Jahir - ¿Quieres un café?
-¿De que hablas? Cerrarán la prepa y no alcanzaremos a entrar –Dijo Layla.
-Por faltar un día no se acabará el mundo –Dijo Jahir tratándo de convencerla.
-Esta bien vamos –Aceptó Layla.
Iban doblando la esquina, cuando se encontraron con Regina y Roberto.
-¿A dónde van? –Preguntó Roberto.
-Por un café –Contestó Jahir.
-¿Y la prepa? – Preguntó Regina.
-Pues… no iremos –contestó Jahir - ¿van?
-Sí –Dijo Regina.
-No –Contestó Roberto.
-Rob, no seas aguafiestas –Dijo Layla.
-No, prefiero ir a la prepa –Dijo Roberto.
-Rob, vamos, no quiero ir de mal tercio –Dijo Regina.
-¿De que hablas? Layla y yo no salimos –Dijo Jahir.
-Pues deberían.
-No –Dijo Layla – Rob vamos.
Una hora después se encontraban los cuatro en el Starbucks.
-¿Y que piensan hacer después de salir de aquí? –Preguntó Jahir.
-Yo quiero ir al bosque –contestó Regina.
-¿Estas loca? Yo ni drogado vuelvo a entrar ahí.
-Jahir no seas exagerado –Dijo Layla – vamos.
-Yo también quiero ir –Dijo Roberto.
-Bueno, pues iremos –Dijo Jahir de mala gana.
-Y bien ¿fueron al rancho? –Pregunto Roberto.
-Si, y a Layla la revisó un doctor –Contestó Regina.
-¿No te podías callar? –Preguntó Layla.
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Positive vibe...
Подростковая литератураLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...