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Capitulo 16 - Harta

[Cinco de la tarde]

Abrió la puerta y…

-¿Dónde estabas? –Preguntó Paula.

-Fui con mis amigos, al lago del bosque –Contestó Layla.

-De seguro estabas con ese muchachito –Dijo Paula

-No Paula, no estaba con él. Y ya te dije, yo le voy a seguir hablando, ni siquiera es mi novio. –Dijo Layla – Tampoco tienes derecho a meterte en mi vida.

-Esta es mi casa –Dijo Paula – Y si no respetas mis reglas, no puedes seguir viviendo aquí.

-Sí, pues qué bien, porque tarde o temprano saldré de aquí –Dijo Layla.

-Vete, si quieres, de una vez –Dijo Paula.

-Si tuviera un lugar a donde ir, sinceramente, me fuera en este preciso momento –Dijo Layla. Subió corriendo las escaleras y salió a la terraza.

Tomó su celular y le mandó un mensaje a Regina. “Mi abuela por poco me corre de la casa”.

“¿POR QUÉ? ¿Voy a buscarte?” Contestó Regina el mensaje.

“Por favor”

Quince minutos después, Regina salió a la terraza.

-¿Qué pasó? –Preguntó.

Layla le contó lo sucedido con Paula.

-Pues, tu abuela tiene razón, si estas en su casa, tienes que respetar sus reglas, pero… tampoco tiene derecho de meterse en tu vida –Dijo Regina –El fin de semana iré al rancho ¿Quieres ir?

-Está bien, pero… ¿Irás con tu padre?

-No, el no estará en la casa, y por eso me mandará al rancho, aparte podré ver a Magy y tu puedes llevar a Snoopy –Dijo Regina.

-Genial, pues si voy. Antonia seguro me dejará –Dijo Layla. - ¿Tu papá estaba cuando llegaste?

-Sí, me llamó la atención, porque quiere que cuando salga de la prepa, me vaya directamente a la casa –Dijo Regina- Estamos en las mismas.

-¡Ya veo!

Llegó Antonia y se dirigió rápidamente a la terraza.

-¿Qué paso con tu abuela? –Preguntó.

-¿Por qué? –Preguntó Layla.

-Dijo que fuiste muy grosera con ella –Contestó Antonia.

-Mamá, solo le dije que ella no tiene el derecho de meterse en mi vida –Dijo Layla – Y es verdad.

-Bueno, pues buscaré la forma de salir de esta casa –Dijo Antonia – La verdad, ahora que Ernest está más cerca, ella no me deja de decir, que no regrese con él. Aunque se lo aclaro millones de veces.

-Mamá, ella puede ser la dueña de esta casa, pero tampoco le da derecho de que nos trate así.

-En eso estoy de acuerdo, señora –Dijo Regina.

-Bueno, ya las dejo, iré a ver a Carmina -Dijo Antonia – Regina ¿Te vas conmigo?

-No señora ¿Para qué voy a ir a esa casa? –Preguntó Regina.

-Pues, ahí vives –Contestó Antonia.

-No, mi mamá me llevó a vivir a casa de mi padre –Dijo Regina.

-Bueno ¿Está loca o qué? –Preguntó Antonia – Mira que llevarte a la casa de tu papá, cuando el no te trata bien.

-Lo sé, pero ella dijo que no me podía seguir manteniendo –Dijo Regina.

-¿quieres que hable con ella? –Preguntó Antonia.

-No gracias ¿Para qué? Estoy segura que no le hará caso –Dijo Regina.

-Bueno, intentaré ayudar en algo –Dijo Antonia.

-Gracias.