Antonia giró su cabeza inmediatamente hacia Layla, ella solo asintió.
–Eleanor, tengo que hablar contigo –Dijo Layla. La chica se puso de pié y siguió a Layla. Se dirigieron hacia la cafetería del hospital.
– ¿Qué pasa?
– ¿Jack es tu hermano de sangre?
–No, mi padre dice que lo encontró en un bote de basura, llorando, en Renania del Norte –Dijo Eleanor.
–Cuando tú tenías tres años –agregó Layla.
– ¿Cómo lo sabes?
–Lo mencionaste.
–No, solo dije que le llevaba tres años. –Dijo Eleanor – ¿Por qué no me dices todo?
Layla le explicó lo que ella creía.
–Pero… tu mamá perdió a ese bebé –Dijo Eleanor.
–Eso es lo que quiero que Ernest me explique –Dijo Layla – ¿Dejarías que mi mamá y Jack se hagan una prueba de ADN? –Eleanor se rascó la nuca y una lágrima resbaló por su mejilla. Se encogió de hombros y con sus manos, tapó su rostro –Eleanor, si crees que esto es difícil para ti, créeme que es más para mí.
–Layla tu no entiendes…
–Yo sé que no entiendo esto, pero piensa en que mi madre tiene trece años pensando que perdió a su hijo, cuando esto podría ser falso, y su hijo nunca murió.
–Bueno, en este caso, yo no soy quien debería de tomar la decisión, sería Jack o… mi madre –Dijo Eleanor – Pero ella es muy estricta y difícil. No sé si lograríamos convencerla. Yo también quiero saber todo.
Layla observó que Pablo estaba sentado en una silla de la cafetería, se acercó rápidamente hacia él.
–Pablo, explícame esto. Por favor.
–Vale, siéntense –Dijo él. Ellas obedecieron y acercaron dos sillas –Solo lo que yo sé. ¿Está claro? –Layla y Eleanor asintieron – Para empezar, Tom es adoptado –Lo dijo como si fuera un tema, que se habla a diario.
–Pablo, podrías no ser tan duro –Dijo Layla al ver que Eleanor se tapaba su boca con una de sus manos, sorprendida.
–Ah! La única hija de sangre es Eleanor y ustedes dos son medio hermanas –Dijo Pablo, seguía siendo duro –Y Jack… no sabía de él.
– ¡Pablo! Por favor, es necesario.
El negó con la cabeza y Layla solo lo miró con desprecio. Eleanor se puso de pié y caminó hacia la sala. Layla la siguió y ella giró para verla molesta.
–Layla, no quiero creer todo esto –Dijo, para después comenzar a llorar desconsoladamente. Layla la abrazó fuertemente, cerrando sus ojos.
– ¿Puedes decirle a tu madre que venga? –Preguntó Layla, una vez que deshicieron el abrazo. Eleanor asintió y salió del hospital. Para que unos minutos después, entrara a la sala de espera, acompañada de una señora.
– ¡Mamá! –Dijo Jack, para después ponerse de pie y abrazar a la señora.
–Lina, al fin llegas –Dijo Tom, dirigiéndose hacia la señora.
– ¿Qué es eso tan urgente que me querías decir? –Preguntó la señora, mirando a Eleanor. Ella dirigió la mirada hacia Layla, asustada.
–Mamá… tienes que permitir que le hagamos una prueba de ADN a Jack –Dijo Eleanor.
– ¿Para qué? –Preguntó la señora. Eleanor le habló de todo –No lo creo.
–Señora, podría ser verdad. Por favor, usted sabe que el no es su hijo, podría ser de mi madre, podría ser mi hermano. –Dijo Layla.
–No lo sé –Dijo Lina
–Señora, por favor. Entiéndame, llevo trece años creyendo que mi hijo está muerto, podría ser una farsa de Ernest –Dijo Antonia.
–Está bien –Dijo Lina.
Al día siguiente…
Antonia abrió el sobre rápidamente, leyó inmediatamente lo que decía en el papel blanco. Una lágrima resbaló por su mejilla. Todos la miraban deseosos de saber el resultado.
– ¿Y? –Preguntó Layla. Antonia asintió.
–Pero… no es posible –Dijo.
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Positive vibe...
Teen FictionLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...