Se adentró en el bosque, buscando el claro en el cual, antes, siempre se juntaban. Cuando al fin lo encontró, se sentó en una grande piedra, que estaba en el centro, y se comenzó a relajar.
-Esto es tan estúpido –Se dijo Layla.
-No lo es –Dijo alguien. Se escucharon ramas que se rompían.
Layla comenzó a mirar hacia todos lados, asustada.
-Tranquila, te seguí hasta aquí –Dijo.
-Me asustaste. –Dijo Layla.
-Lo siento.
-Y… ¿Por qué me seguiste? –Preguntó Layla, haciéndose para un lado, para que él se pudiera sentar.
-No lo sé, vi que estabas mal –Dijo – Y como te dije ayer, me caes bien, y no quería verte así.
-Gracias. Jahir, una pregunta. ¿Dónde vives? –Preguntó Layla.
-Ah! A pocas cuadras, de donde tú vives –Contestó Jahir, para después sonreír.
-Ok –Dijo Layla. Se paró y comenzó a caminar.
-¿A dónde vas? –Preguntó Jahir.
-Esta tarde pienso conocer este bosque. –Dijo Layla.
-¿No es peligroso? –Preguntó Jahir.
-No lo sé, lo peligroso ya no me asusta –Dijo Layla, para después adentrarse más al bosque.
Jahir solo la seguía, el se veía asustado. Layla a veces solo lo miraba y se reía de él.
Tenían, por lo menos, una hora caminando, cuando se escuchó que algo se movió al lado de Layla.
-¿Qué es eso? –Preguntó Jahir asustado.
-Tranquilo, solo es un conejo –Dijo Layla, cargando al conejo blanco – Estas muy tensionado, tranquilízate.
-No puedo evitar pensar en que saldrá un animal y nos hará daño.
-Un animal, como un… ¿Conejo? –Preguntó Layla y comenzó a reírse.
-¡No es gracioso! –Dijo Jahir.
-Acéptalo, si lo es. –Dijo Layla –Mira que asustarse con un conejo.
-¡No, no lo es! –Dijo Jahir alterándose.
-Hay, ya lo siento –Dijo Layla, se dio media vuelta, soltó al conejo y siguió caminando.
Seguían caminando, cuando se escucharon risas.
-¿De qué te ríes? –Le preguntó Layla a Jahir.
-¡Yo no me estoy riendo! –Dijo Jahir al instante.
Siguieron caminando, cuando vieron a dos hombres. Estaban sucios, muy altos y muy fuertes.
-¿Qué hacen aquí? –Preguntó uno dirigiéndose hacia Layla y Jahir.
-Solo… queríamos conocer el bosque –Dijo Layla dando pasos hacia atrás.
-¿A dónde creen que van? –Preguntó el otro hombre, cuando se percató de que Layla y Jahir cada vez se alejaban más.
-¿Por qué? –Preguntó Jahir temeroso.
-¿No se quieren quedar? –Preguntó el hombre.
-No, gracias. –Contestó Layla. Para después darse la vuela –Corre –Se dirigió hacia Jahir y este le hizo caso.
Los dos corrieron y los hombres los persiguieron.
-No creo que este sea el camino por el cual vinimos –Dijo Jahir.
-Ni yo, pero ¿Qué más da? Prefiero seguir corriendo –Dijo Layla.
De vez en cuando, miraban hacia atrás, y se podía observar que desde lejos, los hombres iban corriendo. No se podía comparar las velocidades, porque los hombres corrían muy lento.
Layla y Jahir se detuvieron.
-Creo que los perdimos –Dijo Jahir.
-Desde hace mucho tiempo –Aseguró Layla.
-¿Y porque no me dijiste? –Preguntó Jahir.
-Porque no me quería detener –Contestó Layla, se tiró en la tierra, estaba cansada– Espera, la tierra está fresca.
-Ah! ¿Y eso qué? –Preguntó Jahir.
-Quiere decir que estamos cerca de agua –Dijo Layla.
Se puso de pie y siguió caminando. Cuando sintió que la tierra estaba aún más fresca. Dio un par de pasos más y vio un lago grande.
-¡Ahí está! ¡Te lo dije! –Dijo Layla tomando a Jahir del brazo para que pudiera ver el lago.
Layla sacó su celular de la bolsa del pantalón, así como su cartera. Tiró la mochila a un lado y corrió, para después aventarse al lago.
-¡Layla! ¿Qué te pasa? –Preguntó Jahir.
-Lo siento, mientras corría me dio calor. –Dijo Layla –Vamos metete.
-No.
-¡Vaya! –Dijo Layla –Que irritante eres.
-¿Por qué lo dices? –Preguntó Jahir.
-No quieres hacer nada divertido –Contestó Layla.
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Positive vibe...
Genç KurguLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...