-¿Qué? –Preguntó Layla, tocándose debajo de la nariz- Oh Dios mío.
-¿Qué pasa? –Preguntó Jahir asustado.
-Nada grave –Contestó Layla – En mi mochila tengo rollo.
Dio media vuelta, para que después Jahir comenzara a buscar en la mochila.
-Ten –Jahir le dio el rollo.
Layla se empezó a limpiar la nariz.
-¿Pasa seguido?
-Hace años que ya no pasaba – Contestó Layla.
-¿Tienes saldo en tu celular? –Preguntó Jahir.
-Si
-Márcale a alguien
-¿Para qué? –Preguntó Layla.
-Para que vengan por nosotros
-¿No crees que si vienen se perderán también?
-No había pensado en eso. –Dijo Jahir – Layla tu nariz sangra de nuevo.
-¡¡Esto es desesperante!!
-Vamos sigamos caminando, no queremos que obscurezca más
Caminaron una hora más, y sucedió, obscureció y ya no se veía nada. Escucharon a mucha gente hablar.
-¡Deben ser ellos! –Dijo Layla, se quedó pensando un momento – No, me parece imposible.
-¿Quiénes? –Preguntó Jahir.
-Solo camina.
-Mira es el claro en el que estuvimos primero –Dijo Jahir – Y hay… gente.
-Si son ellos.
-Hola Layla –Dijo un chico - ¿Qué te trae por acá? Y… ¿Por qué tu blusa tiene sangre?
-Problemas nasales –Dijo Layla, para después reír- ¿Y por donde salimos?
-¿En verdad ya no te acuerdas? –Preguntó el chico.
-Martín, tenemos horas perdidos –Dijo Layla – Encontramos un lago.
-¿Enserio? –Pregunto Martín-¿Dónde?
-Dime donde está la salida–Dijo Layla ignorándolo.
-Ah!, solo ve por allá y todo derecho –Dijo el chico señalando hacia un lugar.
-Gracias –Dijo Layla –Camina
Jahir hizo caso y después de unos minutos ya estaban en la carretera.
-Al fin –Dijo Jahir.
-Lo sé. –Dijo Layla – Me duelen mis pies, estoy mareada, vomité y mi nariz sangra.
-Jaja, ahora eso me suena gracioso.
Llegaron a la casa de Layla, apenas se iban a despedir, cuando Paula salió.
-¿Qué son estas horas muchachita? –Preguntó – Te ordeno que te metas.
-Ah! Abuela, el es Jahir –Dijo Layla, tratando de presentarlos – Y ella es Paula.
-Buenas noches señora Paula –Dijo Jahir amablemente.
-Layla, metete –Dijo Paula.
-Adiós –Se dirigió Layla a Jahir y se metió.
-Aléjate de ella –Le dijo Paula a Jahir.
-Señora, pero yo…
-Haz caso y vete –Dijo Paula.
Layla se quedó atrás de la puerta, así que había escuchado todo. Paula se metió.
-¿Abuela por qué le dijiste eso? –Preguntó Layla confundida.
-No quiero que te pase lo mismo que tu mamá –Dijo.
-Te aseguro que no pasará, él ni siquiera es mi novio. –Dijo Layla.
-Me alegra, porque tú no tendrás novio –Dijo Paula.
-¿Por qué? –Preguntó Layla, pero no alcanzó a escuchar la respuesta, ya que se desmayó.
-¡Antonia! ¡Antonia! –Comenzó a gritar Paula.
Antonia bajó inmediatamente las escaleras y…
-¡Dios mío! ¡Marca a la ambulancia! –Dijo Antonia - ¿Por qué tiene sangre en la blusa?
-No lo sé, no me había dado cuenta –Contestó Paula.
[Once de la noche]
Estaban en el hospital, Layla ya había despertado hace una hora y Antonia hablaba con el doctor.
-Dice usted que la señorita vomitó ¿Verdad? –Preguntó el doctor.
-Sí, le sangró la nariz y se desmayó –Dijo Antonia – Eso ya había pasado antes, y eran los síntomas de la Leucemia.
-¿Su hija tuvo Leucemia? –Preguntó el Doctor.
-Así es, pero… -Comenzó a decir Antonia, pero después se quedó callada.
-Ok, le haremos los análisis, ahora –Dijo el doctor – Layla tiene que pasar esta noche en el hospital. Mañana a primera hora, le entregaremos los análisis.
-Gracias –Dijo Antonia, y después salieron los dos del cuarto.
-¿Leucemia? ¿De nuevo? –Se preguntó Layla – Estoy segura que es eso.
Se sentó en la cama y se quedó pensando, cuando entró el doctor. Y le sacaron sangre, llenaron dos tubos pequeños y se fue de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
Positive vibe...
Teen FictionLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...