Ginna entró a la sala de estar caminando apresuradamente. Apagó el televisor y miró a Niriel.
–Pero mamá… ¿Por qué apagas el televisor? –Preguntó Niriel.
– ¿Dónde está Jorge? –Preguntó Ginna –. No está en su cuarto, donde deberían de estar él y sus cosas.
–Bueno, digo que se iba de la casa para vivir con papá, pero no creía que lo dijera enserio. Siempre amenaza con eso y nunca lo hace –Aclaró Niriel –. ¿Ya revisaste el cuarto de baño? –Ginna asintió –. ¿El de los videojuegos? ¿La cocina?
–Sí te digo que no está, es porque no está.
–Bueno ahora voy a casa de papá, debe de estar ahí –Dijo Niriel mientras se ponía los zapatos.
Regina caminaba cuando alguien la tomó del brazo impidiéndole que siguiera caminando.
–Bueno, ¿Qué te dije? Migu… ¿Jorge?
–Sí. ¿Dónde está Layla? –Preguntó.
–En Alemania, me sorprende que no lo sepas, con eso de que siempre la acosas –Bromeó Regina mientras sonreía.
–No estoy para jueguitos. ¿Dónde está Jahir?
–En… Alemania.
– ¡Maldita sea!
–Hey, ¿Qué pasa?
–Algo que no te importa –Dijo el chico enojado.
– ¡Vaya carácter!
–Mira, no tengo tiempo para estar platicando con niñitas.
Regina rió, para después irse sin decirle palabra alguna.
– ¡Como oíste! –Dijo Layla. Jack sonrió –. Ya no tengo leucemia.
–Me alegro mucho –dijo Jack mientras le daba un abrazo –. Después de todo lo que ha pasado, te mereces eso y más.
–Gracias –Layla le respondió el abrazo.
–¿Qué ha sido de Antonia?
–Justo voy al juicio.
–Por Dios, permíteme acompañarte.
–Claro, vamos.
Jahir había permanecido cayado todo el tiempo ya que no entendía ese idioma.
Entraron a la sala. Ahí ya se encontraba Antonia y su abogado. El lugar del juez estaba vacío, pero el jurado ya estaba ahí. Paula, Francisco y Dagna estaban sentados en los asientos que estaban detrás de Antonia, solo esperaban a Layla y Jahir, que ahora iban acompañados de Jack.
Llegaron a sentarse al lado de ellos y esperaron hasta que el juez llegó. Examinó el caso, para después darle lugar al abogado que defendía a Antonia.
Layla escuchó atentamente el juicio. Algunas veces protestaba, pero el juez le ordenaba que se callara o si no la sacarían de la sala, por lo que Layla obedecía.
Terminó el juicio, habían programado otro para unas dos semanas después. Antonia se puso de pie nerviosa, volteó a ver a su hija y le sonrió, para después susurrar “Todo va a estar bien”. Layla le correspondió con otra sonrisa y solo asintió. Unos policías se llevaron a Antonia. A Layla le dolía cada vez que la separaban de su madre, pero entendía que eso tenía que pasar.
Salieron de la sala. Layla permaneció callada todo el camino de regreso al hotel. Jahir le lanzaba miradas pero Layla desviaba la suya al instante. Dagna la miraba compasiva y Jack prefería no intimidarla. Todos ellos se habían ido aparte, porque Paula y Francisco habían decidido hacer unas compras.
Llegaron al hotel, Jack detuvo a Layla antes de que se metiera.
–Hazle caso a Antonia, como ella dijo “Todo va a estar bien” –Le sonrió, para después irse.
Layla entró a su cuarto, se acostó en su cama y permaneció ahí toda la tarde.
Dos semanas después…
Layla se puso de pie, estaba a punto de escuchar lo que el jurado quería para su madre.
Antonia la miró, Layla dirigió su mirada hacia los ojos de su madre, y los ojos de las dos se llenaron de lágrimas.
–El jurado la declara…
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Positive vibe...
Fiksi RemajaLayla, una chica de dieciséis años, sufrió de una enfermedad. Al poco tiempo, esta regresa, pero no le desgarra la esperanza y felicidad que ella siente de salir adelante. Siempre sintió el desprecio de su papá, gracias a su abandono y este vuelve...